Argentina insomne: En 10 años se duplicó el consumo de pastillas para dormir
El estrés laboral, los malestares psicológicos, las preocupaciones cotidianas y los vaivenes económicos son los principales motivos de la falta de sueño.
En la última década, se duplicó en Argentina el consumo de pastillas para dormir (sedantes e hipnóticos) que se venden bajo receta y los especialistas advierten que cada vez más jóvenes “no pueden pegar un ojo” sin recurrir a somníferos.
“Se duplicó el número de recetas para este tipo productos, ya que en el 2004 se prescribieron 1,4 millones en tanto que, en 2014, pasó a 3,5 millones. Actualmente, unos 5,5 millones de argentinos consumen regularmente medicamentos para dormir tanto de venta libre como bajo receta”, indicó Marcelo Peretta, presidente del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos.
Se duplicó el número de recetas para este tipo productos, ya que en el 2004 se prescribieron 1,4 millones en tanto que, en 2014, pasó a 3,5 millones.
Según la consultora especializada IMS Health, en el último año se vendieron en Argentina 4.397.000 unidades de pastillas para dormir mientras que, en 2004, la cifra oscilaba los 2 millones y medio. “En términos de volumen, el consumo creció 65% en la última década. De los de venta bajo receta, la droga zolpidem es la líder indiscutida del mercado y la melatonina, de venta libre, es la que le sigue en el número de ventas”, explicó Juan Manuel Santa María, director de la Consultoría de IMS Health Región Sur.
El estrés laboral, los malestares psicológicos, las preocupaciones cotidianas, los vaivenes económicos y el uso de la tecnología antes de acostarse suelen ser las principales causas por las que se recurre a fármacos para poder dormir. “Aumentaron más de 30% las consultas por trastornos del sueño y es notable el cambio de perfil de las personas que consultan. Antes, la mayoría de los casos era de personas mayores, mujeres menopáusicas u hombres con mucha presión laboral. Ahora, el 15% de las consultas proviene de jóvenes con menos de treinta años que, en muchos casos, ya consumen pastillas para dormir”, advirtió María Celia Daraio, del Instituto Somnos y de la Unidad de Medicina del Sueño del la Fundación Favaloro.
El estrés laboral, los malestares psicológicos, las preocupaciones cotidianas, los vaivenes económicos y el uso de la tecnología antes de acostarse suelen ser las principales causas por las que se recurre a fármacos para poder dormir
Los fármacos para dormir de venta bajo receta tienen la propiedad de ser hipnóticos, sedantes, ansiolíticos y relajantes musculares, mientras que los de venta libre, como la melatonina, regulan el sueño.
Sin embargo, el uso continuado (por más de tres meses) de benzodiacepinas está desaconsejado. No sólo generan dependencia y tolerancia, sino también está comprobado que producen pérdida de la memoria e inestabilidad.
Además de la dependencia física, está la psicológica. “Muchos pacientes asocian dormir con pastillas y creen que si no las toman no van a poder conciliar el sueño», detalló Daraio.
Además de la dependencia física, está la psicológica.
Los especialistas consideran que la clave para reducir el insomnio está en pautas de higiene del sueño. Recomiendan mantener un horario regular al acostarse, no automedicarse y evitar el uso de celulares y tablets.