Por la crisis en varios países, crece la desocupación juvenil mundial
La Organización Internacional del Trabajo advirtió que la situación laboral de las personas entre 15 y 24 años se viene agravando a causa de la crisis internacional. En España afecta al 46,4 por ciento, mientras que en la Argentina la tasa llega a 17,1.
El aumento en los niveles de desocupación es una consecuencia directa de la crisis económica global, que se profundiza entre los jóvenes. La tasa de desempleo entre las personas de 15 a 24 años alcanzó a 12,6 por ciento en 2011 y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) prevé que aumentará levemente este año, hasta 12,7 por ciento. El organismo proyecta que la tasa de desempleo juvenil se mantendrá en el mismo nivel elevado por lo menos hasta 2016. El informe de la OIT, Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2012, afirma que son casi 75 millones de jóvenes sin trabajo, un incremento de cuatro millones desde 2007. Las elevadas tasas de desempleo superan el 30 por ciento en algunos países de Europa, como España, Grecia y Eslovaquia. En Argentina, después de ocho años de sostenido crecimiento económico y mejoras en materia laboral, la desocupación entre los jóvenes casi triplica los registros entre la población adulta. En el segundo trimestre de 2011, el 17,9 por ciento de los jóvenes argentinos se encontraba desempleado.
El informe de la OIT, Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2012, afirma que son casi 75 millones de jóvenes sin trabajo, un incremento de cuatro millones desde 2007.
La desocupación juvenil en la Argentina
La desocupación y precariedad entre los jóvenes argentinos representan un problema estructural del mercado laboral. La vulnerabilidad de ese grupo poblacional, equivalente al 17,1 por ciento del total del país, según los datos del censo 2010, está presente en Argentina desde antes del estallido de la crisis de 2001-2002. Si bien los indicadores mejoraron desde el pico de 30 por ciento de desempleo joven alcanzado durante la traumática salida de la convertibilidad, la diferencia entre las tasas de desocupación de jóvenes y adultos son persistentes y elevadas.
Los altos niveles de desempleo entre las personas de 15 a 24 años son una característica que comparten la mayoría de los países de América latina. La desocupación joven se mantuvo en el orden del 15 por ciento a lo largo de los últimos 14 años. Los datos oficiales de 2011 de Brasil muestran que el desempleo asciende al 12,6 por ciento, en Chile llega al 17,8 por ciento y en Uruguay fue 18,0 por ciento en el segundo trimestre del año pasado.
Los altos niveles de desempleo entre las personas de 15 a 24 años son una característica que comparten la mayoría de los países de América latina.
“A pesar de que persisten grandes diferencias en las tasas de desempleo juvenil regionales, todos los continentes enfrentan grandes desafíos en el área del empleo juvenil”, sostiene la OIT. A diferencia de lo que sucede en América latina o en Medio Oriente y Africa del Norte, donde hace más de veinte años que uno de cada cuatro jóvenes está desocupado, en Europa la cantidad de jóvenes con problemas de empleo se disparó a partir del estallido de la crisis financiera internacional y se profundizó con las políticas de ajuste desplegadas. En 2011, el desempleo joven en España llegó al 46,4 por ciento, el nivel más elevado de Europa, más del doble de los registros para la población adulta. Un tercio de los jóvenes desocupados buscaron trabajo, sin éxito, durante más de un año. Las cifras registradas en España sólo se comparan con los registros alcanzados en Croacia y Eslovaquia, donde la desocupación entre los menores de 24 años llegó al 35,8 y 33,6 por ciento, respectivamente.
(…) en Europa la cantidad de jóvenes con problemas de empleo se disparó a partir del estallido de la crisis financiera internacional y se profundizó con las políticas de ajuste desplegadas. En 2011, el desempleo joven en España llegó al 46,4 por ciento, el nivel más elevado de Europa, más del doble de los registros para la población adulta.
En los países desarrollados y en la Unión Europea, dos millones de jóvenes se retiraron del mercado de trabajo como consecuencia de la crisis y no son contabilizados por las estadísticas como desocupados. “Desalentados por las tasas de desempleo juvenil, muchos jóvenes abandonaron completamente la búsqueda de trabajo o decidieron posponerla y permanecer dentro del sistema educativo. Si la tasa de desempleo es ajustada a partir de la deserción provocada por la crisis económica, la tasa mundial de desempleo juvenil aumentaría de 12,6 a 13,6 por ciento”, advierte el informe de la OIT.
Al mismo tiempo se observa una tendencia a la precarización laboral de los jóvenes en esas regiones: “En las economías desarrolladas, los jóvenes son contratados, cada vez más, en empleos atípicos y la transición al trabajo decente sigue siendo postergada. El crecimiento del empleo temporal y del trabajo a tiempo parcial en la última década sugiere que este trabajo es cada vez más utilizado, ya que es la única opción disponible”.