Análisis: Newton, el pueblo de Connecticut escenario de la masacre, sólo había tenido un homicidio en una década
La masacre fue la peor matanza en la historia de los Estados Unidos. El pueblo tiene menos de 30.000 habitantes. Casi todos los vecinos conocían a alguna de las personas víctimas de los disparos.
Después de haber registrado un solo homicidio en la última década, la pacífica localidad de Newtown, los residentes de un idílico pueblo del estado de Connecticut, se encontraban ayer sumidos en el horror por la masacre de veinte niños y seis adultos en el colegio Sandy Hook, en la segunda peor matanza en la historia de los Estados Unidos. Adam Lanza, un joven fuertemente armado, disparó y mató a 26 personas y luego se suicidó. Fundada en 1705, la población de poco más de 27 mil habitantes y casas bajas, todavía conserva su carácter rural, por lo que prácticamente todos sus vecinos conocían a alguna de las personas que se encontraban el viernes en el escenario de la tragedia.
“Mi familia es amiga de dos de los profesores de la escuela, gracias a Dios sobrevivieron”, relató Bobby Haskins, un chico de 14 años que estudia en una escuela católica cercana y que todavía recuerda con terror cómo tuvo que refugiarse con sus compañeros en una iglesia al conocerse el dramático suceso.
“La vecindad aquí es tan tranquila que yo no tengo miedo de nada, no es como Brooklyn o New Heaven, esto es tranquilo”, explicó conmocionado Kennedy Brito, un padre brasileño que lleva más de una década en la vecina ciudad de Danbury.
Newtown, un boscoso y pintoresco pueblito de Connecticut, ubicado al noreste de la ciudad de Nueva York, vivía ayer horas de dolor y congoja. Horas después de la matanza, centenares de personas se reunieron para una vigilia en la iglesia de Newtown, cuya capacidad se vio totalmente colmada, quedando muchos vecinos fuera del templo. “Es una comunidad que realmente se une cuando suceden cosas como ésta”, dijo el párroco Robert Weiss durante la misa, en la que también se leyó una carta del papa Benedicto XVI.
“Pedí a nuestro Dios padre que consuele a aquellos que lloran la pérdida de un ser querido y que sostenga a toda la comunidad con la fuerza espiritual que se impone a la violencia a través del perdón, la esperanza y el amor reconciliador”, escribió el Sumo Pontífice, según la prensa estadounidense.
Aunque la comunidad recurrió a la fe para superar la tragedia, muchos aún no salían ayer de su estupor por la matanza. David Connors, cuyos trillizos estaban en la escuela durante el tiroteo pero resultaron ilesos, dijo que estaba horrorizado. “Es duro. Nunca me imaginé que algo así podía ocurrir aquí”, aseguró el hombre.
En tanto, las autoridades también expresaron sus condolencias. “Nuestra fe fue puesta a prueba. No necesariamente nuestra fe en Dios, sino en la comunidad y en quiénes somos, en lo que representamos colectivamente”, declaró, por su parte, el gobernador del estado, Dan Malloy, a la muchedumbre congregada. El dirigente también dijo unas horas antes que “el mal visitó” a Newtown.
De todas las masacres en campus universitarios y escuelas de los Estados Unidos, el saldo de víctimas sólo fue superado por la matanza de la Universidad Técnica de Virginia en 2007, en la que fueron asesinadas 32 personas. Lo sucedido en Newtown, de 26 mil habitantes, supera incluso a la tragedia de Columbine de 1999, que desencadenó un feroz pero inconcluso debate sobre las flexibles leyes sobre posesión de armas y motivó una película de Michael Moore. El debate sobre la tenencia legal de armas levantó vuelo ayer en los Estados Unidos, todavía conmovido por la mayor masacre.
fuente: Perfil
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