El miedo al coronavirus vuelve a crecer en las redes sociales
Algo (o bastante) de razón tienen los gobernantes argentinos, especialmente el presidente de la Nación, el gobernador bonaerense y el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires. El coronavirus sigue entre nosotros. Y se lo vuelve a percibir como una amenaza.
Esta conclusión surge del último análisis de datos que realizamos junto a Scidata Argentina, en base al diálogo en redes sociales. De las 10.227 menciones sondeadas en junio de entre usuarios geolocalizados en el país, el clima de diálogo con la palabra “coronavirus” volvió a negativizarse en lo que va del mes.
Luego de dos meses de descenso en las menciones negativas (59,1% en marzo, 55,6% en abril y 55,1% en mayo) en junio ese tipo de publicaciones crecieron por primera vez durante la cuarentena, al tocar el 56,1%. En paralelo, las menciones positivas que venían creciendo (del 40,8% en marzo al 44,8% en mayo) bajaron al 43,9%.
Volvió el miedo
Si bien el interés por el avance del coronavirus fue descendiendo a lo largo de la cuarentena, la percepción sobre la enfermedad fue negativizándose. Entre los componentes clave para entender este fenómeno hay que detenerse en el comportamiento del sentimiento de miedo.
Los datos analizados junto a Scidata nos muestran cómo ese sentimiento fue clave en el comienzo del confinamiento, para luego licuarse entre otros sentimiento negativos y positivos de la charla digital.
Luego de superar el 57% del total de sentimientos analizados, “miedo” bajó hasta tocar el 12% en mayo. Sin embargo, en junio, la tendencia es nuevamente ascendente, al alcanzar el 16,5%.
¿Para cuándo el pico?
Para una gran parte de los argentinos, el interrogante es saber cuándo empezará a retirarse el coronavirus entre nosotros. Sin embargo, para determinar eso primero hay que saber en qué momento los infectados y muertos por la enfermedad llegarán a su punto máximo.
Los especialistas sanitarios y epidemiológicos afirman que el incremento de casos será mientras las temperaturas sigan siendo frías. La razón está data por el encierro en nuestras casas ante las bajas temperaturas. Gente bajo un techo y con poca ventilación de los ambientes, constituyen fuentes ideales para la propagación del virus. Con un solo contagiado con Covid-19, su propagación entre las personas cercanas es mucho más fácil.
Desde nuestro campo de análisis, vamos a intentar ver cómo viene el progreso del coronavirus en la Argentina, a partir de la charla digital y el comportamiento en línea.
“Terapia intensiva”
Lo primero que vamos a hacer es medir el nivel de interés de los argentinos vinculados directa o indirectamente al coronavirus. Para esto, nos vamos a valer de los datos de búsquedas de Google.
A lo largo de la cuarentena, rastreamos el interés por dos categorías macro relacionadas a la pandemia: “Salud” y “Coronavirus”. En ambas búsquedas online se advierte el impacto del inicio de confinamiento obligatorio. En la primera semana, ambas consultas tocaron los 100 puntos de interés (valor máximo de la escala) para luego ir descendiendo paulatinamente hasta estos días. Solo las averiguaciones por el coronavirus están tendiendo a subir levemente en la última semana analizada (14 al 20 de junio).
La pregunta es, entonces, en qué comportamiento digital los argentinos estamos manifestando interés/preocupación por el coronavirus. La respuesta está dentro de los centros de salud.
Cruzando información de múltiples variables de consultas en la Web, “terapia intensiva” luce como la más sensible al crecimiento de casos de infectados por coronavirus en el país.
Mientras la curva de “infectados” sube día a día, la de interés por las “Unidades de Cuidados Intensivos” tuvo picos de interés de 60 puntos hasta mediados de abril. De ahí en adelante, el interés por información sobre las terapias intensivas de hospitales, clínicas y sanatorios fue bajando hasta mediado de mayo, hasta tocar los 28 puntos.
Sin embargo, desde entonces, el crecimiento de consultas en la Web por las terapias intensivas volvió a crecer, con picos de 61 puntos en estos días. Como señalábamos antes, este valor es casi el mismo que el logrado al inicio de la cuarentena (y similar al pico de mediados de abril).
¿A qué responde esta preocupación digital por el lugar más crítico de un centro de salud? Según los datos que proporciona Google Trends, “cama” y “hospital” son dos de las búsquedas más asociadas a las averiguaciones sobre las terapias intensivas. Es indudable que, ante el temor a una suba de casos de coronavirus, los argentinos están mirando mucho más de cerca lo que pasa en los centros de salud, tanto por curiosidad como por preocupación.
Veamos ahora cómo se relacionan las búsquedas sobre terapias intensivas con los fallecidos por coronavirus.
En este plano de análisis, también vemos cómo el quiebre del interés por los cuidados intensivos en consultas online coincide con el primer día que tuvo un salto marcado de fallecidos por Covid-19. El 14 de mayo, con 24 muertes, marcó el inicio del camino ascendente del interés/preocupación de los internautas argentinos por las terapias en centros de salud. La progresión de muertes con tendencia al alza viene siendo acompañada por las consultas analizadas en Google.
Un análisis sobre estos resultados nos permite entender que, cuando se realiza una búsqueda en la Web, existe varios factores que la impulsan. Por un lado, impacto público de la información de infectados y muertes por coronavirus.
Es indudable que lo que se denomina opinión pública es reactiva a las informaciones que circula y las interpretaciones de estas. Pero, además, existe un registro en línea que va un poco más allá. Tiene que ver con el volumen de usuarios que también se informan sobre el estado del sistema de salud por razones más personales que comunitarias.
Sería interesante poder diferenciar entre interés propio y colectivo; cuestión que es eje de estudios que esperemos concluir en estos días.
El caso de Chile
Comparemos ahora la situación en el vecino Chile. El país trasandino vive una escalada de infectados y muertes realmente preocupantes. Hasta el momento (20 de junio) contabiliza unos 237 mil casos confirmados de contagios y casi 4.300 muertos.
Elegimos este país por dos razones: primero por su similitud en la posición geográfica con respecto a la Argentina, lo implicó que la llegada del virus a su territorio haya sido casi al mismo tiempo que en nuestro país. En segundo lugar, las razones apuntan a las políticas sanitarias distintas a las aplicadas de este lado de la cordillera. Esto es, cuarentenas de distinta dureza, además de controles ciudadanos y política sanitaria también diferentes.
Comparando curvas de infectados con el interés en la Web de los chilenos por el estado del sistema de salud, encontramos algunos datos reveladores. El primer pico de preocupación por la situación en los hospitales fue el 10 de mayo. Por entonces, comenzaba a ponerse en duda la cantidad de camas disponibles para pacientes contagiados con Covid-19. Además, los primeros récords de contagiados y muertos obligaba a endurecer la cuarentena.
Una vez tomadas esas medidas, la preocupación se desaceleró en los días siguientes aunque un mes después, el 16 de mayo, se alcanzó un récord de interés en la Web. Este salto fue predictivo de lo que vendría: una disparada en el número de enfermos por coronavirus.
En los días siguientes, la curva de infectados continuó creciendo mientras las consultas por las terapias intensivas comenzó a desacelerarse. Esta combinación de las variables podría estar en línea con una realidad en apariencia contradictoria. Chile vive horas de saturación de su sistema de salud mientras la población comienza a recortar su preocupación por el estado del sistema de salud. Este fenómeno puede estar marcando el pico de la enfermedad en el vecino país antes una ciudadanía que ya deja de mirar al sistema de salud con la preocupación precedente.
Si cruzamos los datos de interés en la Web por el sistema de salud chileno y los fallecidos por coronavirus podremos observar cómo la preocupación ciudadana precede al salto de fallecidos por la enfermedad. Paradójicamente, con el salto de muertos informados desde el 7 de junio, el incremento de las consultas en línea por las unidades de cuidados intensivos del vecino país volvió a trepar, aunque en valores menores a los de semanas anteriores.