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El 70% de los partidos políticos argentinos ya no alcanza el mínimo de afiliados

Siete de cada diez partidos políticos argentinos no cumplen con el estándar mínimo de representatividad que fija la ley: de las 703 agrupaciones reconocidas en todo el país, sólo 219 mantienen el piso de afiliados que se les exige para ser admitidas como partido y participar de elecciones. Para ser reconocida, una fuerza debe acreditar adherentes equivalentes al cuatro por mil de los electores de cada distrito. Después, puede perderlos. Conservar los afiliados no es un requisito para seguir siendo partido. Tanto es así que hoy en la ciudad de Buenos Aires hay 15 agrupaciones que no suman siquiera diez afiliados. Sin embargo, reciben todos los años fondos públicos para su «desenvolvimiento institucional» y, si se presentan a elecciones, fondos para sus campañas y para imprimir boletas. De acuerdo con los datos oficiales, el partido porteño Convocataria de Integración Ciudadana, por ejemplo, recibió 67.264,86 pesos para las últimas elecciones, en las que presentó, sin éxito, candidatos a diputados y senadores. Tiene dos afiliados. Lo mismo cobró la Liga Socialista Revolucionaria, con 41 afiliados, y un poco menos (53.065,85 pesos), el Partido Popular de la Reconstrucción. Sus afiliados son tres. El vaciamiento de los partidos se da también en las provincias. De los 24 distritos, en 23 la mayor parte de las agrupaciones ya no supera la regla del cuatro por mil. La única excepción es Buenos Aires, que tiene 51 partidos que llegan a ese piso y 16 que no. En Catamarca, por ejemplo, hay cuatro que sí y 29 que no y en Tucumán, cinco que sí y 25 que no y en Santa Cruz, dos que sí y diez que no. Todos estos datos surgen de un informe realizado por la Cámara Nacional Electoral, que analizó los 703 partidos del país y advirtió que «una clara disociación entre la representatividad inicialmente requerida a las agrupaciones y aquella con la que se desenvuelven luego», casi siempre «significativamente inferior». Pero el número de integrantes no es la única forma de medir la fuerza de un partido, que puede tener pocos afiliados y muchos votantes. Consciente de esto, la Cámara Electoral hizo un estudio sobre el desempeño de los 48 partidos de la Capital Federal que no llegan al 4 por mil de afiliados. El resultado confirmó lo que se preveía. Los partidos sin afiliados tampoco tienen votantes. Sólo tres de los 48 obtuvieron más del dos por ciento de los votos en alguna de las dos últimas elecciones, 19 obtuvieron el dos por ciento pero en alianzas y 26 no llegó a ese piso. «La inflación de partidos es una consecuencia de la crisis política de 2001. En la época del ´que se vayan todos , la gente quería nuevos partidos. Se crearon y ahí quedaron», explicó la constitucionalista Delia Ferreira Rubio. Un buen negocio Esta proliferación responde además a un motivo económico: tener un partido, aunque no sea más que un sello de goma, es un negocio tentador. No importa cuán malos sean los resultados en las urnas, los ingresos están garantizados por el Estado. Un claro ejemplo es Juan Ricardo Mussa, que salió último en las elecciones presidenciales del año pasado y recibió medio millón de pesos para su campaña. Además, conservar un partido en regla permite conformar una agrupación nacional con otros cuatro partidos de distrito y participar así de las elecciones presidenciales. De acuerdo con el informe de la Cámara Electoral, hay tres partidos nacionales que hoy no cumplen ese requisito (el Movimiento al Socialismo es uno de ellos). De los 34 que sí, sólo siete que conservan en al menos cinco distritos el porcentaje mínimo de adherentes de cuatro por mil. Ese piso implica en un distrito como Catamarca, con 241.610 electores, 966 afiliados. El fenómeno de la multiplicación de partidos fue alentado, además, por una reforma legal de 2002, que borró uno de los requisitos para mantener vigentes a los partidos. La nueva ley derogó la cláusula que establecía la caducidad inmediata de aquellos que no alcanzaran en dos elecciones consecutivas al menos el 2 por ciento de los votos. Así, entre 2003 y 2007, se produjo todo un récord: se crearon 400 partidos. El nuevo régimen duró cuatro años y en 2006 el Congreso restableció la regla del 2 por ciento.Por Paz Rodríguez Niell
De la Redacción de LA NACION

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