Casi el 17 por ciento de los jóvenes argentinos dice tener curiosidad por probar drogas ilícitas
Un estudio realizado por el Observatorio Argentino de Drogas (OAD), reveló que un 16,7 por ciento de los adolescentes consultados, alrededor de 222.000, nunca probaron drogas ilícitas, pero manifestaron tener curiosidad de hacerlo, tanto varones como mujeres.
Asimismo, del total de 74.323, un 9,3 por ciento de los estudiantes consumió alguna droga en el último año y, de ese de ese porcentaje, el 82 por ciento optó principalmente por la marihuana. Esta sustancia, además, es vista como la menos riesgosa, sea para su uso experimental, ocasional o frecuente. Según el estudio, las razones del consumo de marihuana están ligadas, en el imaginario de los adolescentes, con una búsqueda de placer y diversión.
De esta manera, los resultados del estudio, dependiente de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), indican que para el 35 por ciento de los estudiantes es fácil conseguir marihuana, mientras que para el 21,8 por ciento también es accesible la cocaína.
Sobre estos índices, que reflejan una realidad de los jóvenes, se expresó Claudia Castro, médica psiquiátrica e integrante del Centro Prevención de Adicciones (CPA): “Creo que esto es un alerta para los padres, no es un índice para minimizar o tomar como algo natural por lo propio de la naturaleza del adolescente”.
A su vez, la profesional de la salud consideró fundamental que los padres generen una situación de diálogo con sus hijos, lo que no siempre es fácil en esta etapa de la adolescencia, “porque los chicos prefieren compartir estas cosas con su grupo de referencia, ya que no comparten ningún tipo de códigos con sus papás”. También reconoció que “no es cuestión de generar situaciones represivas sobre los chicos, que no hacen más que alejarlos”.
Otro de los datos arrojados desde el estudio de campo, realizado sobre estudiantes secundarios, es que el nivel de atención por parte de los padres sigue siendo un factor de riesgo y protección fuertemente asociado al consumo de drogas.
Los estudiantes cuyos padres tienen actitudes de mayor atención y cuidado respecto de la vida de sus hijos, tienen una tasa de consumo de drogas ilegales del 2,9 por ciento frente al 29,4 por ciento de los hijos de padres que tienen actitudes de menor atención y cuidado de sus hijos. A medida que la atención y cuidado aumentan, el consumo disminuye.
Con respecto a esto, Castro explicó que “si uno advierte que su hijo se junta con un grupo donde fuman marihuana o encuentran algún elemento del consumo, creo que hay que hablar con ellos y manifestarse como papás, preocuparse por ello”.
De esta forma, fundamentó su opinión haciendo hincapié en los males que genera una sustancia supuestamente inocua. “La marihuana es una sustancia psicoactiva que actúa sobre el sistema nervioso central y, en muchos casos, genera una dependencia psicológica importante, justamente en una etapa donde los adolescentes deben desarrollar sus proyectos de vida y su personalidad” manifestó la médica psiquiátrica.
Según la encuesta nacional, otro de los factores que producen el consumo está vinculado al ámbito escolar. El fracaso en la escuela, los problemas de comportamiento, el ausentismo y la percepción de baja exigencia disciplinaria están asociados a las drogas, lícitas e ilícitas.
nota completa: eleco.com.ar
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