Según un informe de la Universidad Católica Argentina, la crisis internacional y local afectó los indices de bienestar social
El informe número 5 del ‘Barómetro de la Deuda Social Argentina’, que se titula ‘Las condiciones material de vida de los hogares’ ofrece un panorama sobre la realidad social argentina, a través de la medición de una serie de variables que mide y a analiza El Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la Universidad Católica Argentina (UCA). Entre los datos más destacados, consiga que durante el 2008 los principales indicadores del bienestar se estancaron y en el primer semestre de 2009 muestran un franco retroceso. El mismo informe, el riesgo alimentario afecta principalmente a la niñez en el primer semestre de 2009. El 11,5% de los niños vivían en hogares en situación de riesgo alimentario severo.
Tras cinco años de progreso sostenido en lo que hace a las condiciones de vida de los hogares de los grandes centros urbanos del país, durante el 2008 los principales indicadores del bienestar se estancaron y en el primer semestre de 2009 muestran un franco retroceso, ubicándose en los niveles que tenían 4 años atrás, comienza relatando el informe ‘Las condiciones materiales de vida de los hogares arentinos’, que elaboró y difundió el Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la Universidad Católica Argentina (UCA), que además indica que esta información que se construye a través de los relevamientos busca constituirse en fuente confiable y fidedigna para la inetgración del conocimiento y la toma de decisiones en el campo de las políticas públicas y las organizaciones no gubernamentales que trabajan por una Argentina más justa e igualitaria.
Al estancamiento en la creación de empleo de calidad y a la tendencia inflacionaria de la economía, en 2008 se sumó un contexto internacional desfavorable que terminó por impactar en la economía real argentina en el primer semestre de 2009. Esto se evidenció en un empeoramiento de la capacidad de consumo de los hogares, un incremento de la proporción de estos últimos a los que el ingreso monetario no les resulta suficiente para afrontar los gastos corrientes y un incremento en el indicador de riesgo alimentario. Si bien la crisis atravesó al conjunto de la sociedad, los principales afectados fueron los sectores más postergados y vulnerables. Los datos recogidos por el Observatorio de la Deuda Social Argentina muestran que, hasta el momento, las políticas sociales no fueron capaces de contener a estos segmentos, contrarrestando los efectos de la crisis económica. En el mes de septiembre de 2009 la tendencia descendente en la condición económica de los hogares parece haber llegado a un piso y la resolución favorable estará supeditada a la combinación de una recuperación del contexto internacional y una participación activa y efectiva en lo económico y social por parte del Estado Argentino.
Durante 2008-2009 los hogares sufrieron una pauperización de las economías, lo que se acentuó durante el primer semestre de 2009. Tras cinco años de progreso sostenido en lo que hace a la disponibilidad del ingreso para el consumo y el ahorro, durante el período 2008-2009 los hogares sufrieron una pauperización de las economías. Así mientras que en 2007 la proporción de familias a las que el ingreso total no les alcanzaba para afronatr los gastos corrientes llegó al mínimo (35,1%) tras la crisis de 2001, en el primer semestre de 2009 dicho porcentaje alcanzó el 43,9%. Asimismo, la mejor situación a nivel general en lo que hace a hogares con capacidad de ahorro también se logró en 2007 (15,3%) momento desde el cual el indicador se mantiene en torno del 13%
Los indicadores de bienestar social señalan que en el período 2004-2007 se registró una mejora sostenida, una disminución de la pobreza y de la brecha entre pobres y ricos; mientras que en el período 2007-2009 se estancaron todos los indicadores y se deja de generar empleo de calidad; y, finalmente, entre 2008-2009 se deterioraron todos los indicadores, se incrementa la pobreza y aumenta la brecha entre los sectores más vulnerables y los más ricos.
Durante el período 2008-2009 se incrementaron los hogares cuyos ingresos no les resultan suficientes para afrontar los gastos corrientes, a la vez que se mantiene invariante la proporción de aquellos con capacidad de ahorro. Esto evidencia un incremento de la brecha entre los que más y los que menos tienen.
En las últimas tres décadas en la Argentina se ha constituido un núcleo de pobreza estructural y de exclusión que ronda el 15% de la población y que se ha mantenido invulnerable a las diversas políticas económicas y sociales. A esto se agregan todas las personas que por los propios ciclos de la economía y las fluctuaciones del mercado laboral caen por debajo de la línea de pobreza. El desafío de toda política económica debe ser que las etapas de creciemiento motoricen el esarrollo del conjunto de la sociedad y no sólo de una porción particular. A su vez, el principal objetivo de las políticas sociales debe ser la implementación de mecanismo que permitan reinsertar de una manera digna en la sociedad a aquellas personas que habían sido excluidas.
El efcto de la recuperación econnómica a partir de 2001 fue más inmediato en el Area Metropolitana del Gran Buenos Aires (Amba) que en el resto de las grandes ciudades del interior del país. En los aglomerados urbanos de 200 mil habitantes y más el desempleo trepó del 10,1% al 11,8%. entre 2008-2009. El mayor impacto lo padecieron los sectores de más bajos recursos que son, a su vez, los que se insertan de manera más precaria e inestable en el mercado laboral. Mientras que en los sectores medios altos el indicador se mantuvo en torno del 6%, en los segmentos más pobres trepó del 14,7% al 22,2% de un año al otro. Por su parte, en este último sector el desempleo inestable (changas, trabajos de muy baja productividad) trepó del 21.4% al 27,8% en el mismo lapso.
Durate el último año se registró una fuerte retracción en el consumo de una diversidad de bienes y servicios de primera necesidad que hacen a la calidad de vida de las personas. Durante los años de crecimiento de la economía (2004-2007) los hogares mejoraron de modo significativo las posibilidades de consumo, atención de la salud, pago de impuestos y servicios. Sin embargo, con los primeros signos de estancamiento comienzan a haber señales de retracción en los consumos, comenzando por los alimentos y ropa que tienden a estabilizarse durante 2008. Con la crisis 2008-2009 la retracción en los consumos se generaliza, siendo especialmente significativa en el caso de alimentos, de esparcimiento e, incluso en la atención de la salud.
El indicador de riegos alimentario severo muestra el porcentaje de hogares en cuyo seno alguno o varios miembros hayan experimentado hambre en reiteradas ocasiones durante el último año, y se determinó que en el período 2008-2009 este indicador experimentó un incremento del 53% llevándolo al 4,7% de los hogares al 7,2% en mayo 2009. El mayor deterioro se registró en el Amba, en donde casi se duplicó (pasando del 4,4% al 7,7% de un año al otro). A su vez, el mayor impacto se sintió fundamentalmente en los sectores más pobres de la sociedad (11,7% de los hogares del estrato muy bajo estaban en riesgo alimentario severo en 2008 frente al 21% en 2009).
El riesgo alimentario afecta principalmente a la niñez en el primer semestre de 2009. El 11,5% de los niños vivían en hogares en situación de riesgo alimentario severo.
fuente: infanciahoy.com