En la ciudad de Buenos Aires creció un 40 por ciento la cantidad de muertos en accidentes de tránsito

La cantidad de accidentes de tránstico en la ciudad de Buenos Aires volvió a subir.
Mientras en 2009 se había registrado una merma del 42,54 por ciento respecto de 2008, según datos del gobierno y de un informe de la Defensoría del Pueblo porteña, presentado en abril pasado, en el primer semestre del año la cifra creció el 40 por ciento en la comparación interanual.
Según información que consta en la página web del gobierno porteño, esos decesos en los primeros seis meses de 2009 habían sido 37, pero en igual lapso de este año esa cifra llega a 52, sin contar las trágicos decesos de las últimas semanas que involucraron a peatones y motociclistas, tal como el ocurrido en las primeras horas de la mañana de ayer en Barrio Norte.
En lo que va del año, 18 personas murieron arrolladas por colectivos en la ciudad. Fueron unos 800 los siniestros en los que se vio involucrado ese tipo de transporte público de pasajeros. Es decir, los colectivos protagonizan, en promedio, unos cuatro accidentes por día.
Al desglosar los números totales, según cómo se movilizaban las víctimas, el mayor crecimiento de muertes se da en peatones: fueron 22 los que fallecieron en este primer semestre. Representan el 42,3 por ciento del total de víctimas fatales en lo que va de 2010. Esto significa una suba del 29,5% respecto de igual período de 2009.
En relación con la participación de colectivos en accidentes de tránsito, un escrito del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi) sostiene: ‘Faltan controles, existen choferes imprudentes y la gran mayoría trabaja bajo presión. Deben meter en cada coche la mayor cantidad de pasajeros y en el menor tiempo posible para que sea redituable el negocio’.
Según los especialistas, el cansancio y las malas condiciones de manejo de los conductores provocan distracciones que terminan siendo fatales en casos de accidentes. Además, dijeron que ‘el estado del mantenimiento de los colectivos es insuficiente, que muchos carecen de equipamiento en materia de seguridad y que las malas reparaciones terminan siendo una trampa mortal en el caso de un accidente, ya que el coche se comportará en forma inadecuada al momento del impacto’.
Además, la falta de controles, la poca cantidad de infracciones que se les realizan a los colectiveros y el casi nulo pago de las faltas de tránsito parecen contribuir directamente a que se mantenga un sistema en donde el más fuerte en la calle siga imponiendo sus reglas.
Hay que tener en cuenta que en la ciudad esas unidades de transporte público se renuevan muy poco. Los empresarios aducen que, si bien reciben subsidios, la tarifa es la más baja del país y que no pueden acceder a créditos para adquirir nuevos coches, como ocurría con anterioridad a la crisis de 2001.
En los primeros meses del año numerosas autoridades porteñas y nacionales habían expresado su optimismo frente a la marcada baja que se registraba en las muertes ocurridas durante accidentes de tránsito, no sólo en este distrito, sino también en el país.
Hace unos meses, el ministro del Interior de la Nación, Florencio Randazzo, había dicho a LA NACION: ‘Con la incorporación de tecnología para los controles de alcoholemia y exceso de velocidad, las fuertes campañas de concientización vial y un trabajo en conjunto entre todos los distritos del país, estamos logrando una notoria baja en la cantidad de víctimas mortales’, en alusión al descenso del 9,2% del total de muertes en accidentes viales en el país que había pasado de 4222 personas, en 2008, a 3835 en 2009.
Según estimaciones de la asociación civil Luchemos por la Vida, en el primer semestre de 2010 las víctimas fatales en todo el país llegarían a 3827. Esa ONG toma en cuenta no sólo las personas que fallecen en el lugar de un accidente, sino hasta 30 días posteriores al hecho.
En la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) no dudaron del número proporcionado a LA NACION por Luchemos por la Vida. ‘Respetamos esos datos’, dijo Felipe Rodríguez Laguens, director de la ANSV, quien precisamente destacó que ambos usan diferentes sistemas de mediciones.
Motociclista fallecido
La última víctima de los accidentes de tránsito en la ciudad fue un joven de 23 años, aspirante a policía federal, que ayer a las 5.55 fue atropellado por un colectivo de la línea 60.
Según indicaron fuentes policiales a LA NACION el hecho ocurrió cuando el colectivo circulaba por la calle Junín desde Paraguay hacia Corrientes. Dos pasajeros de la unidad 172 de la línea 60 declararon ante la policía que el colectivo cruzaba Córdoba con luz verde.
Según el relato de esos testigos, la moto fue embestida por el colectivo, que arrolló al joven tras arrastrarlo varios metros. Tal fue el impacto que la moto quedó destrozada y el colectivo, totalmente sobre la vereda de Junín, junto a la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. En su carrera, el colectivo, que era manejado por Guillermo Andrade, arrasó una parada.
fuente: lanacion.com
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