En América Latina baja la confianza en las instituciones; los gobiernos, los más criticados
El año pasado, diferentes eventos históricos, desde la Primavera Árabe que desafió el poder establecido en varios países de Medio Oriente, a la grave crisis económica que amenaza la unión monetaria en Europa, tuvieron un impacto sobre la confianza. Pero pese a la tendencia global, América Latina se destaca todavía como una región donde la confianza y credibilidad siguen siendo estables, tanto en el marco político como económico. La caída más pronunciada entre los países latinoamericanos se vio en Brasil, donde también parece haber un deseo de mayor regulación, un tema que inquieta a algunos observadores del sector privado.
América Latina registró un declive en la confianza en todas las instituciones analizadas (el gobierno, las empresas, las organizaciones no gubernamentales y los medios de comunicación), pero fue el gobierno el que sintió más el golpe.
La encuesta 2012 Trust Barometer, presentada el miércoles en Nueva York en un evento conjunto con The Wall Street Journal, incluyó 25 países, tres de ellos latinoamericanos: Argentina, Brasil y México. Según Edelman, participaron más de 30.000 personas en el sondeo, que fue llevado a cabo con un cuestionario en Internet.
Entre los latinoamericanos, el público encuestado reflejó una menor confianza en las cuatro instituciones en comparación con el año pasado: el gobierno, perdió 27 puntos; las organizaciones no gubernamentales, 11 puntos; las empresas, 10 puntos; y los medios, 9 puntos. Mientras, a nivel global, la confianza en los medios de comunicación fue la única que subió en el mismo período.
En rasgos generales, Brasil se destacó por presentar un bajón más acentuado en todas las categorías del estudio. El “índice de confianza” de la encuesta pasó de 80 para los brasileños en 2011, a 51 este año, pasándolo del grupo de “confiados” a “neutros”.
Eso puede explicarse, en parte, porque el estudio del año pasado pudo haberse visto influido positivamente por el buen momento que vivía el país, tras ser escogido como sede para la Copa Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos de 2016, señaló Gail Becker, directora de Edelman para América Latina.
Sin embargo, una serie de escándalos de corrupción y dimisiones de ministros también pueden haber contribuido a minar la confianza en las instituciones, añadió. En realidad, según Becker, los niveles del sondeo actual para Brasil son más compatibles con los observados en ediciones anteriores de la encuesta, que se realiza desde 2001.
Sólo 32% de los brasileños incluidos en la encuesta confía en el gobierno, en comparación con 85% en la edición anterior. La confianza en las empresas bajó de 81% a 63%. Aún así, 58% respondió que Brasil necesita una mayor regulación del gobierno sobre el sector privado. Eso puede suponer un problema para empresas de diversos sectores, especialmente el de combustibles, minería y el de finanzas, dijo Michel Léonard, economista jefe de la aseguradora Alliant, del grupo estadounidense Blackstone, que comentó los resultados durante la presentación. En una economía fuertemente regulada en comparación con otros países, señaló Léonard, “el próximo paso es la renacionalización, y eso es lo que tememos”.
La prensa fue la única institución que vio una mejoría de la confianza a nivel global, en parte gracias a la percepción de que los medios tradicionales ofrecieron una mayor transparencia en su cobertura de noticias, como la crisis financiera. Sin embargo, en Latinoamérica, esa confianza vio un bajón. Sólo en México se mantuvo estable. La encuesta reveló que en América Latina, 77% del público necesita escuchar una misma noticia entre tres y cinco veces para creerla.
Pese a algunas excepciones, como una acusada precipitación en Brasil, las instituciones que más confianza generan en todo el mundo siguen siendo las organizaciones no gubernamentales, especialmente en mercados emergentes por su participación en la mejora de la vida de sus habitantes.
Argentina también pasó de un país “confiado” a uno “neutro”, con su índice de confianza bajando de 62 a 54 este año. Sólo México, entre los países latinoamericanos siguió en el nivel de “alta confianza”, con 63 puntos, si bien 68% de los participantes respondió que el gobierno no regula lo suficiente los negocios.
De cara al futuro, Becker destacó que es la mejora de los factores sociales en las empresas, más que los operacionales, como una mayor transparencia y un mejor trato a los empleados, lo que brinda la oportunidad para construir la confianza del futuro.
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