OCDE advierte que 40 millones de chicos «nini» del mundo desarrollado corren riesgo de exclusión social
Según la organización, son alrededor del 15 por ciento de jóvenes de entre 15 y 29 años que ni trabajan, ni estudian, ni se capacitan. Turquía, Grecia, Italia y España, los que más «ninis» tienen.
Según la OCDE, alrededor de 40 millones de jóvenes en los países que integran esa organización, un 15% de los jóvenes de entre 15 y 29 años, ni trabajan, ni estudian, ni se capacitan. Son los llamados «ninis». Incluso, dos terceras partes de ellos ni siquiera buscan trabajo. Ese desaliento, advierte la OCDE en su último informe Panorama de la Sociedad 2016 puede llevar a la exclusión social.
Asimismo, este fenómeno de los «ninis» también representa un costo económico importante para los Estados, de entre 320.000 y 540.000 millones de euros, lo que supone entre el 0,9% y el 1,5% del PBI de la OCDE.
Entre los países con más ninis están Turquía, Grecia, Italia y España.
Esta realidad de los ninis tuvo un agravante reciente: la crisis económica de 2007 que golpeó duro a gran parte de los países miembro de la OCDE. Esto hizo que casi uno de cada diez empleos de trabajadores menores de 30 años desapareció entre 2007 y 2014.
En los casos de España, Grecia e Irlanda, el número de jóvenes empleados se redujo a la mitad entre 2007 y 2014. Pese a la recuperación, en toda la OCDE la tasa de empleo juvenil se estancó desde 2010 y actualmente sigue siendo inferior a los niveles anteriores a la crisis.
Ninis y escolaridad
Los jóvenes que abandonan la escuela sin completar la escuela secundaria suponen más del 30% de los ninis; y si son nacidos en el extranjero tienen 1,5 veces más probabilidades de ser ninis que los nacidos en el país. En caso de no tener estudios universitarios, la probabilidad de convertirse en un nini se triplica.
En cuanto a los ninis y el sexo, las mujeres tienen 1,4 veces más probabilidades de ser ninis que los hombres porque, explica el informe de OCDE, muchas de ellas cuidan a hijos pequeños y el alto costo de las guarderías es un fuerte obstáculo para su empleo. Por ejemplo, en países como Estados Unidos, Irlanda, el Reino Unido o Nueva Zelanda, los costos de guardería para una madre o un padre solos pueden representar hasta la mitad de sus ingresos netos.