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Buenos Aires: La mayoría de los asesinatos son conflictos interpersonales y no por delitos

Buenos Aires: La mayoría de los asesinatos son conflictos interpersonales y no por delitos

Constituyen el 66 por ciento de las muertes y son personas que se conocen entre sí. La incidencia de la ausencia del Estado y de los «mediadores sociales» para contener los conflictos.

La mayoría de los crímenes en el ámbito de la provincia de Buenos Aires, están provocados por la intolerancia, la ira y la anomia parecen sacados de los Relatos salvajes de Damián Szifron.

Constituyen una problemática que el Estado no ha podido resolver: hubo en la provincia 1500 homicidios dolosos, cuatro por día, de los cuales 987, dos de cada tres, fueron motivados por conflictos interpersonales o intrafamiliares.

Los datos, del Programa de Seguimiento de Homicidios del Centro de Operaciones Policiales, fueron aportados por el Ministerio de Seguridad. Esos 987 crímenes representan el 65,8% del total de homicidios: el 36,1% ocurrió en riñas; el 16,8% fueron ajustes de cuentas; el 6,2%, hechos de violencia familiar, y el 6,7%, casos de pareja.
El subsecretario de Planificación del Ministerio de Seguridad, Fernando Jantus, mano derecha de Alejandro Granados, completó la información: «El 6,4% fueron homicidios en ocasión de robo y un 3,1%, durante robos de autos. Las restantes categorías comprenden a delincuentes fallecidos en enfrentamientos o a hechos en los que no se ha podido determinar el motivo. En consecuencia, casi dos tercios de los homicidios se debieron a problemas interpersonales o intrafamiliares».

«El 6,4% fueron homicidios en ocasión de robo y un 3,1%, durante robos de autos. Ese porcentaje incluye las venganzas entre bandas de narcos y barras bravas, que se disputan negocios o territorios, y las muertes provocadas por la violencia sindical

Ese porcentaje incluye las venganzas entre bandas de narcos y barras bravas, que se disputan negocios o territorios, y las muertes provocadas por la violencia sindical (en 2014 hubo dos muertos y varios heridos en enfrentamientos entre facciones de la Uocra), que forman parte del 16,8% englobado en la categoría «ajustes de cuentas».
Martín Appiolaza, que dirige el Centro de Estudios de Seguridad Urbana de la Universidad Nacional de Cuyo e investiga la violencia armada y de pandillas en América latina para Unicef, señaló: «Estos homicidios tienen marcada matriz urbana. En América latina se registra la tasa de homicidios más alta, y la Argentina, que tenía otras características, se está latinoamericanizando».
Sobre las causas de esta tendencia, opinó que hay que buscarlas en «la anomia, que legitima la violencia, y a que por la desinstitucionalización los problemas se resuelven entre las personas. Los mediadores, los referentes populares, se fueron degradando; se deterioró la institución policial y creció la percepción de que la Justicia no es justa ni oportuna. Otro factor determinante es el avance del crimen organizado. Hay bandas de pibes que juegan a ser narcos, para los que la violencia es constitutiva de la identidad. El Estado debe reconstruir los lazos de confianza para restablecer los vínculos en la sociedad».

Sobre las causas de esta tendencia, (…) hay que buscarlas en «la anomia, que legitima la violencia, y a que por la desinstitucionalización los problemas se resuelven entre las personas. Los mediadores, los referentes populares, se fueron degradando (…)

Para el ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal, la clave está en el desarme de la sociedad. Es cierto que muchos crímenes se cometen con armas blancas o con las manos.

Para el ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal, la clave está en el desarme de la sociedad.

Sin embargo, según Casal, la mayor cantidad de crímenes se cometen con armas de fuego. «Hay que sacarlas de las calles para que disminuyan los homicidios. Deben fortalecerse las políticas de desarme, con una coherencia punitiva: unificar todos los calibres, porque un 22 mata igual que una pistola 45, y no diferenciar la portación de la tenencia. El que tiene un arma ilegal debe ir preso. Prefiero meter dos años preso a un tipo por tener un arma y no 18 por un homicidio. Mi objetivo final es la prohibición absoluta de las armas de fuego para los civiles», concluyó.
fuente: La Nación

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