[Miradas] Los desafíos portuarios de América Latina ante el crecimiento económico
La expansión económica global exigirá barcos más grandes, mejor equipados, además de puertos y curso de agua mejor preparados para hacer frente al creciente tránsito de embarcaciones.
El mercado exige buques de 150 mil toneladas y 14 mil contenedores que pasarán por el canal ampliado en Panamá.
Habrá 160 millones de contenedores en el mundo y barcos especiales; 12 millones pasarán por Panamá. Habrá 25 millones de pasajeros de cruceros en Latinoamérica en 2020; 55% serán norteamericanos y 25% europeos. Hay más barcos que demanda y bajarán los fletes. Las exigencias ambientales serán cada vez más estrictas y complejas.
La macroeconomía latinoamericana se desacelerará en el corto plazo por la baja demanda externa, lo que impactará el crecimiento portuario. Habrá más concentración del comercio exterior por el mercado de commodities. Las balanzas de pagos se debilitarán y crecerán menos los PIB, con más ajustes fiscales y quizá disminuya la inversión extranjera.
Participarán los países emergentes, y pasarán de 35% en 1990 a 75% en 2030, lo que obligará a adaptar mejor los puertos.
La “intermodalidad” se impondrá por eficiencia y costos, y el Estado propiciará más inversiones necesarias. Los puertos serán plataformas de servicios y manufacturas. Manejarán carga, la transformarán y manufacturarán, y habrá más mano de obra. Singapur es un eje logístico con refrigeración, maquilas, proceso de cargas y ensamblaje de vehículos y computadores como parte importante de sus servicios.
El Estado impulsará incentivos virtuosos para promover más tecnologías, mejorar la infraestructura y conectividad, y diseñar modelos logísticos regionales para integrar el sistema.
Los ríos serán importantes para la intermodalidad, como en Argentina, Brasil y la inversión de Cormagdalena en Colombia. Las flotas de contenedores refrigerados serán comunes y reducirán tiempos muertos, habrá más eficiencia y economías de escala. Mejorarán las instituciones de navegación para disminuir los errores operativos, especialmente de aduanas.
Se examinaron el Canal de Panamá; Veracruz y Lázaro Cárdenas, en México, con inversiones de más de US$6 mil millones; los de Brasil aspiran mover 944 millones de toneladas; Moin, en Costa Rica y los de Chile (Valparaíso y San Antonio) invertirán más de USD$3 mil millones. Financiar infraestructura se refinó con bonos en Perú y Brasil.
Los fondos de pensiones asiáticos y árabes quieren invertir a largo plazo en puertos. Los retos son gigantes y el camino está claro.
fuente: CESLA
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