Se duplicó la cantidad de «sin techo» en la ciudad de Buenos Aires
Según Médicos del Mundo, la cifra trepó en sólo 3 años. Pasó de 674 durante los meses de otoño e invierno de 2009 a 1.283 en el mismo período de 2012.
El último censo de la ONG Médicos del Mundo (MDM) arrojó que la cantidad de personas que duerme en la calle se duplicó en sólo tres años. Pasó de 674 durante los meses de otoño e invierno de 2009 a 1.283 en el mismo período de 2012. Este año podría haber aún más. La Fundación Sí, que está comenzando las Recorridas por el Frío, calcula que ya son cerca de 1.400 personas.
La información contrasta con la del censo del Gobierno porteño que muestra una disminución constante, de más de 1.300 en 2009 a 848, el año pasado. Según explicaron a PERFIL desde el Ministerio de Desarrollo Social, la diferencia podría deberse a que el relevamiento se hace cada año durante solamente un día del mes de diciembre, un problema metodológico que también señalan desde MDM.
“Desde 2010, cada vez hay más gente de entre 18 y 24 años, y no solamente en Buenos Aires, sino en todas las ciudades importantes del país. Casi siempre la causa es la misma: el paco”, explica Manuel Lozano, vicepresidente de la Fundación Sí.
La situación económica del país también contribuye con el problema. “Aunque no haya índices para saber exactamente los porcentajes, es claro que la pobreza y la indigencia son importantes. Se ve también mucha gente del Conurbano, porque aun en la calle, la Ciudad ofrece mayor protección, seguridad y acceso a los alimentos”, señala Javier Meritano, vicepresidente de MDM.
Pero tener empleo tampoco es garantía de conseguir una vivienda. A pesar de que la construcción fue récord en la última década, la ONG calcula que hay 16.353 personas con problemas habitacionales (incluyendo a quienes duermen en paradores, viven en inquilinatos o fueron desalojados recientemente). Si bien en los últimos años la cantidad de plazas en los paradores de la Ciudad pasó de 1.297, en 2009, a 1.853, sólo se pueden utilizar durante la noche. Por la mañana, la calle espera de nuevo.
“El problema tiene múltiples causas. La pobreza, la pérdida del empleo, pero también las situaciones violentas en la familia o patologías psiquiátricas. Por eso, aunque mejoramos la infraestructura, y hoy hay más personas que aceptan dormir en paradores, todavía muchos no quieren”, indica la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley.
El factor determinante es la falta de contención, familiar, social y gubernamental. “Sobre todo en los más jóvenes suele haber una situación, frecuentemente de violencia, que hace que se rompan los vínculos”, indica Lozano. “Solamente 5% de quienes viven en la calle vienen de otros países, y muchos a veces, no tienen familia que los ayude. Eso es porque las colectividades armaron redes de contención que funcionan muy bien, algo que los argentinos no tienen”, agrega Meritano.
fuente: Perfil
Artículo Anterior