Miradas: La OPS advierte sobre las falencias en la legislación mundial sobre violencia de género
La Organización Panamericana de la Salud señala que «muchas de las leyes existentes no garantizan la prevención, el apoyo adecuado y la atención a las víctimas de la violencia». Sin embargo, América Latina se destaca la presencia de leyes mejores que en los demás continentes.
La advertencia surge del informe “Legislación sobre violencia contra las mujeres: visión general de los aspectos claves”, publicado en el último número de la Revista Panamericana de Salud Pública.
Las autoras del trabajo analizan las leyes sobre violencia contra las mujeres en 80 países y territorios, y las comparan con recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de las Naciones Unidas. El análisis revela que muchas de las leyes no cumplen con las recomendaciones claves sobre las definiciones de la violencia, la identificación de las mujeres como beneficiarias de protección o apoyo, la función de los distintos sectores (judicial y policial pero también en educación y salud, entre otros) en las intervenciones relacionadas con la violencia contra las mujeres, así como los términos usados (por ejemplo “violencia contra las mujeres” en lugar de “violencia doméstica”). En estudios previos se ha demostrado que la legislación que se refiere a la “violencia doméstica” “intrafamiliar” o “familiar” en lugar de “violencia contra las mujeres”, tiende a priorizar la estabilidad de la familia sobre los derechos de las mujeres.
Las leyes sobre la violencia contra las mujeres en las Américas son mejores que en otras regiones, señala el informe. Añade que la mayoría de los países y territorios del hemisferio incluyen aspectos clave recomendados por OPS y la ONU, y mucha de la legislación que contiene el término “violencia contra las mujeres” en el título fue promulgada en las Américas.
Las autoras concluyen que en general “se han encontrado importantes limitaciones en el contenido legislativo y su aplicación, así como en la medida en que se proporcionó a las mujeres protección, apoyo y atención integrados. A la hora de elaborar una nueva legislación (sobre la violencia contra las mujeres), las autoridades normativas deben considerar el papel esencial de los servicios de salud”.
También en este número en otro artículo se examinan estudios previos sobre el programa brasileño Bolsa Familia en el artículo “El programa de transferencias monetarias Bolsa Familia y la seguridad alimentaria y nutricional en Brasil: revisión crítica de la literatura”. Los autores reportan que cinco de las investigaciones previas consideran que Bolsa Familia tuvo un impacto positivo en la seguridad alimentaria y nutricional de las familias beneficiarias. Sin embargo, otros tres estudios mostraron un mayor consumo de alimentos de alto valor calórico y bajo valor nutricional. Los autores concluyen que los programas de transferencias monetarias pueden contribuir más eficazmente al bienestar nutricional de los beneficiarios si se combinan con otro tipo de intervenciones, como acciones para fomentar una alimentación saludable.
Por otro lado, en el artículo “La epidemia de cólera en América Latina: resurgimiento, morbilidad y mortalidad” se analiza la morbilidad, mortalidad y letalidad de los brotes de cólera en 18 países de América Latina entre 1991 y 2011. El estudio señala que los países más afectados fueron Perú (1991-2002), con una incidencia anual máxima de 1 452,72 casos por 100 000 habitantes, pero con una baja tasa de letalidad (0,72%), y Haití (2010 y 2011), con una incidencia anual máxima de 3 319,13 por 100 000 habitantes y una tasa de letalidad de 1,32%. Según este artículo, el cólera ha provocado una gran morbilidad, mortalidad y letalidad altas en algunos países de América Latina, debido en gran parte a factores socioeconómicos y climáticos, y añade que el resurgimiento de la enfermedad requiere una mayor prevención regional, así como estrategias de control.
fuente: OPS
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