Apple, la empresa más admirada de todo el mundo
La compañía tecnológica volvió a quedar al tope de la preferencias, de acuerdo al rankng de la revista Fortune. Google y Amazon quedaron en el segundo y el tercer lugar.
El gigante tecnológico Apple volvió a coronarse este año como la empresa más admirada del mundo, según el ranking publicado por la revista estadounidense Fortune , en el que otros dos pesos pesados del sector tecnológico, Google y Amazon, se hacen con el segundo y el tercer puesto, respectivamente.
El creador del iPod consigue por quinto año consecutivo la medalla de oro a la empresa más admirada en un momento en el que ya se afianza también como la firma más valiosa del planeta con una capitalización bursátil que supera los 500.000 millones de dólares.
«Decir que ha sido otro gran año para Apple sería subestimarlo enormemente», afirma la prestigiosa publicación, que otorga al gigante de Silicon Valley el primer puesto de las 50 empresas más admiradas de todo el mundo, dentro de una lista compuesta por 358 firmas.
La lista se conoció apenas cinco días antes de que Apple presente en San Francisco lo que todo apunta que será su esperada última versión de la iPad, lo que ha creado una expectación que llevó a que sus acciones alcanzasen esta semana máximos históricos en el neoyorquino mercado Nasdaq.
También repite este año como segunda empresa más admirada del mundo el motor de búsqueda Google. El puesto número tres de la lista se lo arrebata este año la tienda por Internet Amazon al grupo inversor del multimillonario Warren Buffett, Berkshire Hathaway, que queda relegado hasta el número siete.
El cuarto lugar de este ranking lo ocupa el fabricante de bebidas Coca-Cola, que consigue ser líder en el mercado pese a que la industria pasa dificultades, al tiempo que IBM se hace con el quinto puesto.
Los diez primeros puestos de la lista los completan la empresa de mensajería FedEx, el grupo inversor Berkshire Hathaway, la cadena de cafeterías Starbucks, el fabricante de productos para el hogar Procter & Gamble y la aerolínea Southwest.
fuente: La Nación