La gran mayoría de los argentinos prefieren jefes hombre
Así surge de un relevamiento realizado por el portal de empleos Trabajando.com sobre un total de 3000 personas, según el cual el 73% de los argentinos prefiere tener jefes hombres.
‘Existe cierta valoración hacia los líderes hombres ya que legendariamente ellos han tenido puestos de mayor jerarquía que las mujeres. Tratar con un jefe y no con una jefa, siempre fue más común, aunque en los últimos tiempos ellas han ganado batallas por mejores puestos en las empresas‘, afirmó Pablo Molouny, gerente general de Trabajando.com Argentina.
Lo llamativo de la encuesta es que tanto hombres como mujeres prefieren responder a un superior de sexo masculino.
Independientemente de estas preferencias, que algunas veces pueden estar más vinculadas a un pensamiento misógino, que aún en nuestros días tiene un cierto anclaje en nuestra sociedad; es necesario conocer cuáles son las características de un buen jefe.
Según la encuesta realizada, el 41% de los argentinos cree que el atributo más importante de un jefe es que sepa liderar, al considerar que esta capacidad garantiza el éxito de cualquier equipo de trabajo, cualidad que no depende del sexo de quien desempeñe ese rol.
‘Un jefe positivo es alguien que posee una visión especial, que le permite interpretar lo que pasa dentro y fuera de la empresa, y logra, gracias a su dinamismo y su enorme capacidad de gestión, tornar sumamente competitiva a su compañía‘, señaló Molouny.
La proactividad es otra cualidad necesaria para ser un líder positivo. Estas personas, no esperan que las oportunidades llamen a su puerta; las generan, si es necesario. De la misma manera, no temen promover y encausar los cambios en su entorno de trabajo.
En la encuesta realizada por Trabajando.com además, el 60 % de los encuestados señaló que lo que más le molesta en relación a su jefe, es que “no los valoren como empleados”. Frente esta situación, resaltaron que un buen líder es aquel “que sabe delegar responsabilidades, estimula el crecimiento de sus colaboradores y, cuando los ve preparados, delega funciones en ellos sin temor ni falta de confianza en las decisiones que tomen”.
‘Como vemos hasta aquí, el factor humano es primordial a la hora de garantizar una gestión de liderazgo. Y no hay nada más humano que tolerar los errores, propios y ajenos. Un líder positivo no sólo ha aprendido que lo importante es mejorar el desempeño, y que esta mejora se sustenta muchas veces en cometer errores y aprender de ellos‘, agregó.