La mayoría de los argentinos quiere cambios de nombres en el gabinete de Cristina
Ocho de cada diez votantes creen que la Presidenta debería cambiar su gabinete de ministros en el mandato que comenzará el 10 de diciembre si se concreta su reelección, que casi todos dan por descontada.La mayoría espera, además, que Cristina Kirchner y el oficialismo, en general, presten renovada atención a las demandas ciudadanas de mayor seguridad, al tiempo que es optimista en cuestiones económicas: considera que se mantendrá un contexto favorable durante los próximos 12 meses.
Son éstas algunas de las principales conclusiones que surgen de la encuesta que la consultora Poliarquía realizó para LA NACION cuando faltan 10 días para las elecciones presidenciales.Si bien la mayoría de los 1400 ciudadanos de todo el país que fueron consultados tienen expectativas positivas respecto de la economía futura, las opiniones difieren y mucho según se trate de eventuales votantes del oficialismo o de la oposición en sus distintas variantes.Sobre el próximo elenco de gobierno hay una amplia coincidencia.
Un 39% cree que debería haber muchas variantes, mientras que un 40 por ciento respondió que serían necesarios «sólo algunos cambios». En el oficialismo se descuenta que habrá reemplazos obligados en el Ministerio de Economía (Amado Boudou asumiría como vicepresidente); la Jefatura de Gabinete (Aníbal Fernández tiene asegurada una banca en el Senado), o el Ministerio de Agricultura (Julián Domínguez será diputado nacional).La percepción varía según quien opine: un 63 por ciento de los votantes de la oposición quiere «muchos cambios», mientras que un mayoritario 57 por ciento de los votantes de Cristina Kirchner quiere «algunas» modificaciones en el elenco ministerial. «En 2007 la población tenía una expectativa de cambio en el gabinete nacional, y luego de la asunción de Cristina sintió desilusión porque no lo hubo», sostuvo a LA NACION Alejandro Catterberg, director de Poliarquía.
Los cambios en el segundo mandato no deberían reducirse sólo a los nombres de los ministros. Consultados sobre los ítems a modificar, un 31 por ciento pidió «mayor combate a la inseguridad»; un 8 por ciento, «generar más fuentes de trabajo», y un 7 por ciento de los consultados solicitó «reducir los planes sociales».En cuanto a qué se debería mantener se destaca el apoyo a «la política económica», sostenida por un 14 por ciento de los consultados como el principal tema que no debería modificarse; le siguen mantener el nivel de empleo (9 por ciento), y acentuar las políticas educativas (otro 9 por ciento de los consultados).Las previsiones de la gente sobre el estado general del país durante el próximo período presidencial contienen una visión más que positiva. Un 47 por ciento de los consultados cree que la situación mejorará, un 27 cree que seguirá igual y sólo un 20 por ciento prevé un empeoramiento.Divididos según su eventual voto del domingo 23, la percepción cambia. Un 70 por ciento de quienes van a votar la reelección de Cristina Kirchner dicen que la situación mejorará, mientras que sólo el 23 por ciento de quienes elegirán una de las seis opciones opositoras (Hermes Binner, Ricardo Alfonsín, Alberto Rodríguez Saá, Eduardo Duhalde, Elisa Carrió o Jorge Altamira) cree que la situación de 2012 será mejor que la de este año.
LA CRISIS GLOBAL
El tembladeral económico que hoy tiene en vilo a muchas economías europeas no aparece con nitidez en el horizonte cercano del electorado: un mayoritario 53 por ciento cree que la crisis internacional afectará poco a nada a la economía nacional; un 27 por ciento cree que influirá «bastante», y sólo un 16 por ciento estima que la volatilidad de los mercados afectará mucho a la Argentina.Aquí la percepción vuelve a dividirse según la preferencia del votante. Un mayoritario 75 por ciento de quienes dicen que votarán a la Presidenta creen que la crisis no afectará al país, mientras que un similar 70 por ciento de los votantes de la oposición evalúan que la crisis mundial afectará «bastante o mucho» a la Argentina.»En términos generales, la gente es optimista en relación con la situación en 2012. Pero si uno mira bien los números hay una división casi en dos mitades: por un lado los optimistas que votarán al Gobierno, y los más preocupados o pesimistas en relación con el futuro, que dicen que optarán por alguna de las variantes opositoras», agregó Catterberg.
El optimismo no impide vislumbrar que distintos problemas se mantendrán o agudizarán el año próximo. Un 50 por ciento de los consultados cree que en 2012 habrá más inflación que este año; un 32 por ciento, que se mantendrá en los mismos parámetros que se evidencian en el presente, y sólo un 13 por ciento cree que el índice inflacionario será inferior al actual.Si bien ocho de cada diez consultados creen que sus ingresos personales se mantendrán o aumentarán, un 72 por ciento ve como inevitable un aumento en las tarifas de servicios públicos esenciales como luz, gas y transporte.La siempre difícil relación entre el Gobierno y los distintos sindicatos se mantendrá igual, opinó el 53 por ciento de los consultados por Poliarquía.
fuente: lanacion.com
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