La gran mayoría de los argentinos está a favor de un gobierno con poder repartido
A pesar de la alta participación de la población en las recientes elecciones primarias abiertas, el 55,8 por ciento de la gente no está conforme con el funcionamiento de la democracia.
Además, una abrumadora mayoría (el 79,1%) prefiere un gobierno en el que el poder esté repartido, frente a apenas un 11,6% que se declara en favor de un presidente con mucho poder. Tales indicadores, que podrían contrastar con el abrumador respaldo que recibió en las urnas la presidenta Cristina Kirchner el 14 de agosto, expresa la opinión de 5682 personas, mayores de 18 años y de distintos conglomerados urbanos del país, recogidas en el último informe del Barómetro de la Deuda Social de Argentina, realizado por la Universidad Católica Argentina (UCA).
El relevamiento está destinado a analizar el estado de situación del desarrollo humano y social, y en el capítulo sobre la cultura democrática y el compromiso ciudadano se advierte que «más de la mitad de los entrevistados están poco o nada conformes con el accionar democrático».
Sólo dos de cada diez ciudadanos (20,9%) se expresaron en favor de un gobierno «con un presidente con mucho poder», una preferencia más pronunciada en los varones y en las personas mayores de 60 años.
«La gente prefiere un poder más repartido. Sin embargo, no fue ésa la tendencia en el último ensayo electoral. Ello se explica por la falta de convencimiento de las propuestas de la oposición y porque la gente buscó un reaseguro de la estabilidad política y económica, por encima de una demanda de mayor calidad institucional», dijo a LA NACION el director del Observatorio de la Deuda Social Argentina, Agustín Salvia.
Posiblemente a la hora de votar haya influido la reciente experiencia de 2009, cuando de laselecciones legislativas surgió un reparto más equitativo del poder y luego ello no se tradujo en resultados positivos. «Por la experiencia argentina, la gente asocia la concepción de un gobierno fuerte con la idea de un gobierno autoritario. Por eso rechaza a priori, en la encuesta, la concentración de poder. Habría que profundizar por qué eso no se reflejó en la última votación», observó la investigadora Carolina Moreno, que participó del relevamiento.
Moreno también consideró paradójico que «quienes más se expresaron en favor de gobiernosfuertes hayan sido los sectores sociales más bajos y los de menor instrucción, que curiosamente suelen ser los más afectados cuando se conculcan los derechos».
En la medición, menos de la mitad (44,2%) de los consultados se muestra conforme con el funcionamiento de la democracia. El 38,4% se pronuncia «poco conforme» y el 17,4 se declara «nada conforme». A casi 30 años de la recuperación de la democracia, el desarrollo del sistema satisface más a los varones (46,1%) que a las mujeres (42,5%). Los jóvenes, además, son los que presentan menor grado de conformidad (41,5%).
«Las preferencias de la gente en las últimas elecciones no tuvieron como eje la calidad de las instituciones. pesaron más el estado de la economía y la situación social, que en el último año experimentó un repunte», argumentó Salvia.
El informe ratifica el compromiso de la población con sus derechos electorales. El 84,1% consideró importante o muy importante el acto de votar . En ese universo, en el interior del país se observan los niveles más bajos de conformidad sobre el funcionamiento de la democracia: 36,6%, frente al 45,7% de la ciudad de Buenos Aires y el 47,9% del conurbano.
«La mayoría no está claramente satisfecha con cómo funciona la democracia. Buena parte de ese castigo se lo llevan los partidos políticos y se refleja en los bajos índices de confianza en los poderes del Estado y las problemáticas no resueltas, como la corrupción y el manejo indiscriminado del poder público», estimó Salvia.
fuente: lanacion.com
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