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Por la inflación, los argentinos reemplazan cada vez más la carne vacuna por la de pollo

Por la inflación, los argentinos reemplazan cada vez más la carne vacuna por la de pollo
Menos vacas en el país están logrando imponer un cambio de hábitos en el consumo alimenticio de los argentinos, comandado por el bolsillo.

El recorte constante que sufrió la oferta de carne vacuna en los últimos dos años tiene más de un competidor beneficiado, pero uno emerge entre los demás: el pollo.

Entre 2006 y el primer trimestre de 2011 el consumo de carne vacuna cayó 24,8% y, en paralelo, el de pollo creció 33%, según datos del último informe de mercado de la Cámara de la Industria de la Carne, Ciccra.

El precio de la carne vacuna se duplicó entre el primer trimestre de 2011 y el último trimestre de 2009 mientras que el pollo subió 27% (aunque esto se refiere sólo a los encuadrados en el acuerdo oficial de precios). La suba de la carne fue 52% mayor al incremento del IPC en lo que va del año.

Por eso, el consumo de pollo, sólo en el primer cuatrimestre del año, creció en 5 kilos por habitante por año para alcanzar los 37 kilos. En paralelo, el consumo de carne vacuna cayó 9,4%, para alcanzar los 51,6 kilos por habitante por año.

Pese a que en valores absolutos el aumento del pollo no reemplaza al de la carne, es la principal alternativa para los consumidores, con una producción que viene creciendo en los últimos 30 años, importaciones en alza y exportaciones que disminuyen.

Pese a que producir un pollo demanda unos 59 días –contra 2 ó 3 años para el caso de las vacas– existen restricciones a la velocidad de respuesta a la demanda que pueden dar los criadores de pollo. Aún así, en el primer trimestre del año la producción se incrementó 10%, mientras que las exportaciones cayeron 17% interanual.

Para reemplazar la carne, los consumidores argentinos también siguieron volcándose cada vez más a la carne de cerdo, aunque el beneficio económico es menor. En 2011, el promedio indica que se consume 8% más cerdo que en 2006, y ya alcanzo los 7,8 kilos por habitante por año. Pero a diferencia de la industria avícola, la oferta se suplió con carne porcina importada. La producción de porcinos cayó 2% en 2010 y 7% en lo que va de 2011, mientras que las importaciones se expandieron 34% en 2010 y 40% en el primer trimestre de 2011, hecho que puso en alerta a los pequeños productores locales que reclamaron al Gobierno que limite las importaciones.

fuente: El Cronista

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