El mercado del robo creció 20% en un año y es el más grande desde 2002
En 2010, se movieron en forma directa unos $ 4.000 millones entre robos de celulares, de automotores y de mercadería sustraída por piratas del asfalto. Al aumento de la delincuencia se le suma el mayor valor de los bienes sustraídos por efecto de la inflación y mayores transacciones en el mercado negro.
Las estadísticas surgen de sumar datos del mercado del seguro, telecomunicaciones y asesores en temas de seguridad, que estiman cuánto dinero cuesta reponer autos, celulares y camiones robados para las aseguradoras o usuarios. A los costos de reposición, que impulsan en teoría más ventas para la industria, se suma el dinero que obtienen las bandas criminales cuando revenden los artículos sustraídos –en valores que van del 10% al 50% de su precio original–, los exportan a países limítrofes –especialmente camionetas de alta gama a Paraguay– o los reducen a partes y repuestos.
No se trata de cifras despreciables: unos US$ 1.000 millones, que equivalen a casi seis meses del Plan de Asignación Universal por Hijo, 80 mil casas del Plan Federal de Viviendas, el 60% del presupuesto para Educación en la Ciudad de Buenos Aires o un tercio del gasto anual en Defensa.
El robo de autos y camionetas es el principal sector en la economía del crimen. El Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi) aseguró en marzo que en todo 2010 los robos aumentaron “a la mayor cantidad” desde la crisis de 2002. La tasa de crecimiento aportada por Cesvi junto con cifras de la Superintendencia de Seguros de la Nación de años atrás (como otros organismo oficiales, dejó de publicarlos) permite estimar que unos 54 mil autos se sustrajeron el año pasado.
Dos compañías de seguros estimaron que menos de la mitad –un 45%– de los autos robados cuentan con seguro contra todo riesgo y que en 2010 se pagaron en promedio $ 65 mil por vehículo sustraído, es decir que tuvieron que reponer bienes por cerca de $ 1.600 millones. A eso hay que sumar los nuevos autos que compran los damnificados sin seguro contra robo. Con todo, el crimen habría impulsado un 8% de las ventas récord de autos el año pasado.
Los celulares son la segunda industria en importancia en la economía del robo, y tal vez también en la real, ya que “dos de cada diez teléfonos móviles vendidos en 2010 –es decir, 2,5 millones de unidades– fueron para reponen unidades robadas”. Los datos son de la consultora Carrier & Asociados, que preguntó a los usuarios por qué compraron un móvil en 2010.
“Los números pueden ser más elevados porque muchos dicen que lo perdieron, pero en realidad se lo hurtaron”, explicó Enrique Carrier, a cargo del estudio. Estimó que el valor de reposición promedio de cada celular es de US$ 100 dólares. La valuación de los celulares robados ascendería así a $ 1.000 millones, de los cuales “sólo una parte la paga el usuario; el resto, son subsidios” de las telefónicas.
El año pasado, según Carrier, se vendieron unos 3 millones de unidades de “socialphones” y “smartphones” –combinados representaron uno de cada cuatro celulares vendidos–, más costosos que el promedio, por lo que “hay más interés en contratar seguros”, que cuestan entre $ 20 y $ 50 por mes.
La piratería del asfalto es la tercera “industria” más productiva para el crimen. Según expertos, tiene un alto nivel de sofisticación (ver aparte). En 2010 se produjeron 1.260 robos de camiones con mercadería, un número similar al de años anteriores, aunque en el primer bimestre de 2011 creció un 17% interanual, según la Mesa Interempresarial de Piratería de Camiones, que reúne a más de cien empresas.
Según Freight Watch, dedicada a la seguridad en logística, en 2010 se perdió un récord de US$ 63 mil por camión robado, sólo en mercadería. Los productos son revendidos por entre 40% y 50% de su valor.