La clase media crece en Latinoamérica, menos en Colombia y en la Argentina
La clase media crece en todos los países emergentes. También, en América latina. Un nuevo informe de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) constata que en las últimas dos décadas creció el número de hogares de clase media y la proporción de ellos sobre el total en la región. Sin embargo, de los 10 países latinoamericanos analizados, detecta dos excepciones: Colombia, donde la proporción permaneció estable, y la Argentina, donde cayó del 56 al 52% del total de hogares.
En la crisis de 1999-2002, se echó por tierra todo el progreso de los años 90 y la recuperación desde 2003 no ha logrado recuperar aún los niveles vigentes en 1990. El estudio que la Cepal reproduce en su revista de este mes, que fue elaborado por sus economistas Rolando Franco, Martín Hopenhayn y Arturo León, compara 1990 con 2007, el año anterior a la crisis mundial y el último del que se disponen datos exhaustivos de la mayoría de los países escrutados. En el caso de la Argentina, las cifras son de 2006, es decir, antes de que el Gobierno interviniera el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). De todos modos, desde 2007 en adelante, no se han registrado mejores sociales notables en el país, según concluyen instituciones como el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra) del ala kirchnerista de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) o el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes).
El informe de la Cepal destaca: «Los hogares de clase media crecieron en 56 millones [hasta 128 millones] en el universo de 10 países que representan el 80% de la población latinoamericana», es decir, la Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Honduras, México, Panamá, Perú y República Dominicana. En términos absolutos, en la Argentina la clase media creció en un millón de hogares, pese a que en términos relativos disminuyeron en relación al total. A su vez, este aumento en cantidad de hogares resultó superior al de personas de clase media (440.000), que se explica por la fuerte disminución del tamaño de las unidades habitacionales de este estrato. Aquí hay cada vez más hogares unipersonales o de parejas sin hijos.
Aunque aún se encuentra en un nivel por debajo de la Argentina, en Brasil se registró un progreso: los hogares de clase media crecieron del 36 al 46% del total en dos décadas. De 9,3 millones de unidades a 20,8 millones. Chile ya alcanzó el parámetro argentino, que todavía es el más alto de la región, con un 52%, después de arrancar la década del 90 con un 40 por ciento. Allí creció en 1,1 millones el número de hogares de clase media, frente a los 1,2 millones de 1990.
Las conclusiones de la Cepal coinciden con los de un trabajo publicado en febrero pasado por el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas) de la Universidad de La Plata, y escrito por dos de sus economistas, Guillermo Cruces y Diego Battistón, y otro del Banco Mundial, Luis Felipe López Calva. Según uno de los criterios que tomaron para medir la clase media (aquella que percibe entre 2 y 13 dólares diarios), ésta disminuyó en proporción de personas sobre el total de la población del 61,4% en 1990 al 56,9% en 2006. La de clase alta, del 32,7 al 31,6%, y la baja (que podría considerarse indigente) subió del 5,9 al 11,5%, después de llegar al 22,7% en 2003.
En cambio, según Cedlas, Brasil redujo la clase baja del 29,1% en 1990 al 13,3% en 2006. La media creció del 55,6 al 57,6% y la alta explotó del 15,2 al 29,1 por ciento. Chile achicó el segmento indigente del 15,3 al 5,2%. La clase media cayó del 66,4 al 63,6%, pero la alta saltó del 18,3 al 31,2 por ciento.
El sector bajo mexicano disminuyó del 23 al 13,9%, mientras que el medio se elevó del 62,6 al 66,8%. El alto mejoró del 14,4 al 19,3%. El que evolucionó a la par de la Argentina fue Uruguay. La indigencia subió del 3,4 al 7,4%. La clase media creció del 53,4 al 64,7%, pero a costa de deteriorar la alta, del 43,2 al 27,9 por ciento.
Lo curioso del caso argentino es que la menor representatividad de la clase media ocurrió en un período en el que creció el PBI per cápita ajustado al poder adquisitivo. Según la Cepal, aumentó entre 1990 y 2007 el 2,8% anual, pese a la crisis de 1999-2002, frente al 1,4% de Brasil y el 1,7% de México. De los diez países analizados, sólo Chile, Panamá y República Dominicana superaron esa marca argentina. Es decir, la desigualdad social determinó que el crecimiento económico resultara insuficiente para reducir la pobreza y ensanchar la clase media.