Subtes de Buenos Aires: advierten que el 90% de los coches tiene entre 25 y 95 años
Los usuarios de los subtes tendrán que resignarse a convivir con un servicio que, en vez de mejorar, va camino a aa empeorar con el correr de los meses.
Según un informe la Defensoría del Pueblo de la Nación, la elevada antigüedad de los coches y la falta de inversiones en infraestructura y trenes son las principales causas que impiden aumentar las frecuencias y mejorar los servicios.
Al evaluar las «condiciones técnicas» que presenta la red de subtes, la Defensoría advirtió que «el 88% de los coches tienen entre 25 y 95 años de antigüedad, no reciben todos los mantenimientos programados, y para el Gobierno la prioridad es incrementar los frecuencias en las horas pico en desmedro de la calidad de servicio».
La auditoría realizada por el ombudsman nacional, Eduardo Mondino, puso sobre el tapete las responsabilidades que tienen sobre los subtes la Secretaría de Transporte y el gobierno porteño, al destacar que «la falta de inversiones, la tecnología de los coches y la inadecuada infraestructura de vías y señales atentan contra la mejora del servicio».
Al analizar el «estado de salud» que presentan el material rodante y las instalaciones fijas del Subte, la Defensoría detectó los siguientes puntos críticos:
Coches: El parque asciende a 623 unidades que responden a 7 tipos de tecnologías diferentes: La Brugeoise, Siemens, GEE, Mitsubishi, Nagoya, Fiat y Alstom. El 29% de la flota supera los 70 años de vida y sólo el 12% tiene menos de 25 años. La antigüedad de los coches genera un serio problema operativo porque incrementa los riesgos de fallas, demanda un mayor tiempo de mantenimiento y encarece los gastos en repuestos por la diversidad tecnológica.
Cocheras: Muchas formaciones deben utilizar como cocheras los andenes de estaciones por la carencia de instalaciones, lo cual afecta la operatividad de las líneas tanto en el inicio, como en la finalización de los servicios. El 60% de la flota no posee un sistema de estacionamiento adecuado.
Mantenimientos: En el último año, muy pocos de los «mantenimientos programados» se cumplieron al 100%. En tanto, como dato llamativo se observa que no se realizó ninguna renovación integral por mantenimiento preventivo en los últimos 12 meses. Las principales fallas que tienen una incidencia directa en la seguridad de los usuarios se dieron en los sistemas eléctricos de los coches y en la apertura y cierre de las puertas.
Frecuencias: La CNRT prioriza el cumplimiento de las frecuencias en desmedro de la calidad de servicio. Para cumplir con los diagramas en las horas pico, Metrovías debe utilizar entre el 68 y 86% del parque rodante, lo cual lleva a la reprogramación sistemática del mantenimiento de los coches, incrementando las probabilidades de fallas y las deficiencias en el servicio.
El trabajo concluye que «el aumento de las frecuencias que demanda la densidad de pasajeros es una premisa de que no se puede cumplir por el estado actual de los coches y el atraso que registran las inversiones en infraestructura y señalamiento».