Fuerte caída del uso del cinturón de seguridad en Buenos Aires
Los especialistas en accidentología aseguran que en las zonas urbanas el uso del cinturón de seguridad evita el 90% de lesiones y el 70% de las muertes. Sin embargo en la Ciudad de Buenos Aires su uso, desde que comenzaron los controles, en 2004, cayó un 36%. Y según las estadísticas los que más vulneran la norma que obliga a los conductores a manejar con el cinturón, que forma parte de la Ley Nacional de Seguridad Vial, son los conductores de camiones, camionetas, ambulancias y patrulleros. Y los que más lo usan son los que manejan autos particulares, los acompañantes del asiento delantero y los taxistas.
El relevamiento, realizado por la asociación Luchemos por la Vida, observó durante 2008 la conducta de 5.451 automovilistas. El mismo estudio se viene repitiendo en las mismas esquinas y con una cantidad similar de conductores desde 2004, cuando las autoridades porteñas lanzaron una fuerte campaña de prevención e intensificaron los controles. Y justamente esto último reclaman desde la asociación: «Cuando se aflojan los controles la gente se relaja. La mayoría de los conductores entiende la importancia del cinturón pero la presión de la sanción además los obliga a usarlos», opina Alberto Silveira, de Luchemos por la Vida.
De hecho son muy pocos los conductores que niegan la importancia del cinturón a nivel seguridad. Según una encuesta de la Dirección de Tránsito porteño el 98% de los consultados consideró que es útil en caso de accidentes y un 81% apoyó los controles sobre su uso. «En relación a la conciencia que se tiene sobre su importancia, considero que debería usarse aún más. Pero tengamos en cuenta que ha habido un cambio radical: hace quince años había gente que decía que no lo usaba porque no servía para nada», aclara Silveira.
La primera versión de la Ley de Seguridad Vial fue en verdad un decreto, dictado en 1992. Tres años después se convirtió en ley y se reglamentó en 1996. En una Ciudad en la que mueren 234 personas al año en accidentes de tránsito –8.100 en todo el país durante 2007– las campañas de prevención se vuelven una necesidad vital.
Ayer, en una recorrida por el Bajo porteño y la avenida Córdoba Clarín pudo comprobar que su uso es dispar. «¿Sabés que pasa? No puedo estar doce o catorce horas con el cinturón apretándome el pecho, por eso me lo cruzo y hago como que lo tengo puesto», contó «Tito» Masia, un taxista que esperaba un pasajero en la puerta del hotel Sheraton de Retiro. Lo cierto es que la cantidad de horas que pasa «Tito» en la calle lo expone aún más a un accidente.
Y hay quienes no lo usan porque dicen que les resulta molesto. Es el caso de Juan Antonio, que maneja una camioneta Ford de la empresa de correo Oca. Ayer dejaba un bulto en una oficina sobre la avenida Paseo Colón: «A lo largo del día me la paso bajando y subiendo de la camioneta. Sin exagerar, hasta 20 o 30 veces. Ponerme y sacarme el cinturón es un trabajo más y me resulta muy incómodo. Yo soy de la época en que no se usaba el cinturón y no logré acostumbrarme. ¡Que no se enteren en la ART porque me matan!», le dijo a este diario. Y como la camioneta está radicada a nombre de la empresa, Juan ni se entera si hay más o menos controles, porque la infracción no le llega a él.
Curiosamente, y según el estudio de Luchemos, los que menos usan los cinturones son los oficiales que van al volante de los patrulleros. La Policía Federal, junto a los agentes del Cuerpo de Tránsito de la Ciudad, son quienes están a cargo de los controles.
Otro de los reclamos de los especialistas es que las infracciones labradas se transformen en castigos efectivos. Es que se calcula que hasta un 85% de las multas finalmente no se pagan. «Un control sin sanción efectiva es puro papeleo», sentenció Eduardo Bertotti, del Instituto de Seguridad y Educación Vial. Bertotti explicó que las sanciones no se aplican por la falta de oficiales que las verifiquen.
En la Dirección General de Infracciones porteña informaron que hasta junio se habían labrado 136.414 multas y es la falta más sancionada. Mientras, 424.288 personas fueron multadas en todo 2007 por no usar el cinturón. Esta fue la tercera infracción, después de estacionar incorrectamente –con 2.022.505 multas– y de circular a alta velocidad –con 559.267–. Como dicen los especialistas, hacer controles en serio y buenos planes de educación vial, son vitales para prevenir accidentes.
Fuente: diario Clarín