Tres de cada diez chicos bonaerenses son obesos o están excedidos de peso
El número es muy alto y debería preocupar por sus graves consecuencias: tres de cada diez chicos de la provincia de Buenos Aires tienen problemas de sobrepeso u obesidad. Pero la muestra es tan grande (casi 200.000 alumnos de nivel inicial, primario y secundario) que podría representar a todos los chicos del país.
El relevamiento corresponde a un programa de Salud Escolar del Ministerio de Salud bonaerense junto a la Dirección General de Escuelas. Y fueron los profesores de educación física los encargados de relevar el IMC (Indice de Masa Corporal) de estos 194.421 chicos de 2 a 20 años. Los resultados son alarmantes: el 14% (27.339 chicos) son obesos, mientras que el 14,6% (28.515 chicos) tienen sobrepeso. Es decir, el 28,6% de los alumnos tiene problemas con su peso.
Lejos de cuestiones meramente frívolas como la imagen, la moda o la estética, lo verdaderamente preocupante con el exceso de peso es su relación directa con enfermedades como la diabetes, la hipertensión, el síndrome metabólico, que a su vez generan serias complicaciones cardíacas. «Este mal atraviesa a todas las clases sociales: a los pobres porque comen con exceso de hidratos de carbono, y a los sectores medios y altos porque se llenan de comida basura y golosinas. Encima, los chicos de hoy ya no se mueven ni para cambiar el canal de la televisión», asegura María Vojkovic, jefa de nutrición del hospital Noel Sbarra de La Plata. Y agrega: «Hay niños con rodillas operadas o con serios trastornos ortopédicos porque su columna y sus piernitas no soportan todo el peso que tienen».
Se sabe que un chico con un padre obeso tiene 40% más de posibilidades de serlo él también, cifra que sube al 80% si los dos padres son obesos. Por eso, la mayor responsabilidad radica en ellos -y en todos los mayores que los rodean en su vida cotidiana-, en darles un buen ejemplo en cuanto a cuál es la alimentación sana. Y también en inculcarles una vida al aire libre y de actividad física.
Para enfrentar el problema, el Ministerio de Salud provincial está elaborando una guía de nutrición dirigida a los docentes para incluir el tema en la escuela. «No queremos que esto quede en una clase sobre la pirámide nutricional, es decir, lo ideal es que se hable en forma frecuente sobre qué alimentos preferir y cuáles descartar, qué comprar en el bufet de las escuelas y qué no -explicó Carlos Zabala, a cargo del programa de Salud Escolar-. Es hora de que tomemos conciencia de que es un problema de salud pública muy serio, que va mucho más allá de las cuestiones meramente estéticas».
El Ministerio de Salud provincial promueve el uso de la Cédula Escolar, una planilla que se entrega cada año a los alumnos para que sus padres la completen con información sobre el estado de salud de sus hijos, además de datos sobre vacunación, problemas alérgicos, respiratorios y otras patologías. Toda esta información sirve para saber quiénes son los niños y adolescentes que necesitan más ayuda con respecto a su salud.