Femicidios: Para las mujeres, la casa y las personas cercanas son más peligrosas que las calles y los desconocidos
Según la Asociación Civil Casa del Encuentro, en los últimos siete años, cinco mujeres por semana fueron víctimas de violencia de género que terminó en su muerte.
Las cifras surgen del Observatorio de Femicidios en la Argentina, de La Casa del Encuentro, que dirige Ada Beatriz Rico y que lleva el nombre de Adriana Marisel Zambrano, una joven asesinada a golpes en 2008 cuando tenía 28 años, en la localidad jujeña de Palpalá, por su pareja, Juan Manuel Alejandro Zerda, quien fue condenado por el hecho “por homicidio preterintencional” a sólo cinco años de cárcel. Es decir, la Justicia consideró que no tuvo intención de matarla, aunque la molió a palos. Zerda ya recuperó la libertad. Y la hija que tuvo con Zambrano, y que tenía apenas nueve meses de vida cuando la joven fue muerta, está siendo obligada por la Justicia a ver al asesino de su madre dos veces por semana. Este es un caso testigo que presenta La Casa del Encuentro para fundamentar su proyecto de ley que propone la pérdida automática de la patria potestad a quien sea condenado por el asesinato de su pareja o ex pareja, con quien haya tenido hijos.
Durante la presentación del informe de femicidios de 2014, Tuñez destacó que los relevamientos se elaboran “por ellas, las que quedaron sin voz” y enfatizó en la necesidad de lograr “una sociedad libre de violencia”. Estuvieron presentes referentes de otras entidades que luchan contra la violencia machista, como Marisú Devoto, de la Fundación Propuesta, además de la ministra de Desarrollo Social de la Ciudad de Buenos Aires, Carolina Stanley; la directora General de Niñez, Adolescencia, Género y Diversidad de la Defensoría del Pueblo porteña, María Elena Naddeo, y representantes del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Algunos de los datos que aporta el último informe son:
– En 2014 se registró un 6 por ciento menos de femicidios que en 2013.
– El 56 por ciento fue perpetrado presuntamente por esposos, parejas, novios o amantes (34 por ciento) y ex parejas o ex novios (22 por ciento). El año anterior, el 63 por ciento tenía como sospechoso a su pareja o ex pareja íntima. En el resto de los hechos, presuntos autores son otros familiares, vecinos o personas sin vínculo aparente con la víctima.
– El 15,5 por ciento de las víctimas había hecho la denuncia contra quien luego la asesina, o había obtenido en la Justicia una medida de prohibición de acercamiento o de exclusión de hogar para el agresor, un porcentaje similar al año 2013.
– El lugar más peligroso sigue resultando el propio hogar más que la vía pública para las víctimas de violencia de género: el 52 por ciento de las víctimas fueron asesinadas en la vivienda que compartían con el agresor (74 casos) o en la de ella (69 casos).
– La mayor proporción fue baleada (73 casos), apuñalada (68 casos), golpeada (54 casos), estrangulada (14 casos), ahorcada (10) o incinerada (9 casos). Los casos de mujeres quemadas fueron descendiendo notablemente en los dos últimos años (19 en 2012, 17 en 2013). una baja que se observa luego de la condena a perpetua del esposo de Wanda Taddei, el ex baterista de Callejeros, Eduardo Vásquez: se debe recordar que tras la muerte de la joven, como consecuencia del fuego, aumentaron considerablemente los casos similares, en un contexto judicial que creyó en un primer momento la versión accidental de Vásquez. Luego se probó su culpabilidad. Pero en una primera instancia recibió una condena atenuada por circunstancias extraordinarias y fue sentenciado a 18 años de cárcel. En 2013 el fallo fue revisado –y ratificado en 2014–, cuando se le aplicó la pena máxima de reclusión perpetua.
– Once víctimas eran adolescentes: tenían entre 13 y 18 años. La mayoría tenía entre 31 y 50 años (en 96 casos) y entre 19 y 30 (72 víctimas).
– 18 de los sospechosos pertenecían a fuerzas de seguridad (en 2013, habían sido 15).
– Hubo 7 mujeres trans víctimas de femicidio (el año anterior habían sido sólo 2) y 10 que estaban presuntamente en situación de trata o prostitución.