Por la crisis, los argentinos cuidan menos sus automóviles
La crisis pegó en distintos sectores de la economía. Afectó el consumo popular y se cuentan con los dedos de una mano los rubros que pudieron escaparle al bajón. Ni siquiera se salvaron los autos, tradicionalmente mimados por sus dueños, en especial si se trata de hombres. La recesión hizo caer el trabajo en talleres mecánicos de todo el país un 30% promedio en el primer semestre del año, comparado con el mismo período de 2008. Los automovilistas particulares están ahorrando en el mantenimiento de sus vehículos y esquivan reparaciones, cambios de repuestos, sustitución de neumáticos, todos rubros que ponen en riesgo la vida del dueño del auto y también la de terceros. Hasta los tradicionales lavados periódicos sufren la crisis. La frecuencia decreció de una semana a 45 días en lavaderos de Capital, y de una semana a 15 días, en el interior.
Frente a este escenario, los talleres de redes de grandes concesionarios ofrecen descuentos a la hora de realizar service e incluso hasta entregan presupuestos sin cargo cuando reciben autos usados con desperfectos leves. Según mecánicos consultados por Crítica de la Argentina, las bonificaciones no fueron suficientes para salvar las cuentas de junio, el peor mes del año para el sector. Durante los días previos a las elecciones, la demanda de mantenimiento técnico se contrajo hasta 50% en algunos lugares.
Sin embargo, las proyecciones del sector para lo que resta de 2009 no son peores que la realidad de los demás sectores. El derrumbe de ventas de cero kilómetro será beneficiosa para los talleristas, aunque recién en 2010. Directivos de la Federación de Asociaciones de Talleres de Reparación de Autos (FAATRA) esperan una “abrupta recuperación” en la solicitud de mantenimiento vehicular a comienzos del próximo año.
Según propietarios de concesionarias, la baja del 20% mensual en la comercialización de vehículos, nuevos y usados, impactó de lleno en la actividad de los mecánicos. Inicialmente, el conflicto agropecuario y la inflación impactaron en la mano de obra de talleristas de todo el país a fines del año pasado. Pero fue la crisis global y la posterior recesión económica local lo que deprimió fuertemente al sector mecánico.
“La demanda de reparaciones y mantenimiento cayó un promedio de 30% en todo el país. No hay que olvidar que los repuestos importados aumentaron mucho de precio en los últimos meses. Todo el mundo recorta gastos de donde puede, como por ejemplo en el cambio de aceite, en la afinación, en el balanceo, en los neumáticos”, enumeró Salvador Lupo, presidente de FAATRA, entidad que agrupa a 30 cámaras nacionales y a 50 mil talleres en todo el país.
Por el taller de la familia Cazeaux, emplazado en el corazón del barrio porteño de Almagro, pasan cada vez menos autos. El año pasado, en esta misma época, ese local de reparaciones recibía hasta 10 vehículos por día. Ahora apenas lo visitan tres o cuatro al día. “Perdimos al 50% de nuestros clientes. Vienen cada tanto, no habitualmente. El trabajo cayó porque los usuarios no tienen plata y porque el precio de los repuestos subió un 25% promedio en los últimos meses. En enero teníamos bastante trabajo, pero entre mayo y junio desapareció. Creo que la gente va a centros que aceptan tarjetas de crédito para financiar el pago en cuotas. Nosotros no tenemos esos beneficios”, se lamentó Guillermo Cazeaux, director del taller que fundó con su hermano menor.
La situación no es demasiado diferente en grandes talleres. No bien detectaron una merma en la demanda, los directivos del Grupo Dietrich desarrollaron una batería de beneficios para no perder clientes cautivos. Al igual que los locales de reparación de electrodomésticos, en los talleres de esta concesionaria se reciben autos para ser revisados sin cargo. “Se los toma y se los revisa para entregarle a su dueño un presupuesto sin cargo. Si se encuentran desperfectos y el propietario quiere hacer las reparaciones recién ahí se cobra por el trabajo, de lo contrario se lo puede llevar y no pagar nada”, contó a este diario Hernán Dietrich, director comercial del grupo.
En otras concesionarias, como Maynard y el Grupo D‘Arc, se ofrecen descuentos de hasta el 15% por el pago en efectivo de los periódicos services oficiales. También hay beneficios a la hora de rotar los neumáticos y cambiar repuestos originales.
“El trabajo en nuestros talleres cayó un 25%, esa cifra va en línea con la baja de ventas de autos mensuales. El año pasado se comercializaban 50 mil unidades entre nuevos y usados, y ahora 40 mil. Además, la inflación siguió su curso y el bolsillo de la gente se achicó”, opinó Ernesto Baldassare, propietario de Grupo D‘Arc, representante oficial de Peugeot, Citroën y Volkswagen.
Las compañías de neumáticos también sufren la recesión. Según datos de la Confederación de Medianas Empresas (CAME), en junio sus ventas se vinieron abajo un 35% frente a igual mes de 2008.
Mantener limpio el coche se encareció el 58% en dos años
Lavar un auto, un monovolumen o una camioneta es el 58% más caro que en junio de 2007. Los precios en los lavaderos se fueron encareciendo a un ritmo del 25% anual en Capital. No así en el interior porque no sólo hay menos empresas que ofrecen el servicio, sino que además hay más gente que se encarga personalmente y lo lava en la puerta de su casa. Hace dos años un automovilista podía asear su auto sedán por unos $ 15 o $ 20 en Capital. Ahora, el costo de ese servicio no baja de los 35 pesos. “Tuvimos que ajustar los precios de $ 35 a $ 42 para monovolúmenes, como el Cross Fox, por ejemplo, y de $ 25 a $ 37 para los sedanes, porque el alquiler de este local subió el 20% y aumentaron los servicios y los salarios. Estamos pagando 30 mil pesos por esta esquina abierta”, contó el encargado del lavadero de Ciudad de la Paz y Jorge Newbery. Los empleados de La Barrera, una cadena de lavaderos premium, contaron que la gente se encarga de la limpieza de su auto cada 45 días, mientras que el año pasado lo lavaban una vez por semana como mínimo.