Criogenia: Congelar a la muerte, a la espera de que vuelva a ser vida
En Tailandia, los padres de una pequeña de dos años decidieron «criogenizarla» a la espera de que aparezca un tratamiento a una variedad de cáncer cerebral que provocó su fallecimiento.
Una niña tailandesa de dos años que murió víctima de un extraño cáncer cerebral ha sido criogenizada por sus padres a la espera de hallar una cura contra su enfermedad, convirtiéndose así en la persona más joven en ser congelada.
Matheryn Noavaratpong, una niña tailandesa de dos años, murió el 8 de enero de este año a causa de un poco conocido cáncer cerebral, el ependimoblastoma.
Tras ello, sus padres decidieron congelarla criogénicamente con la esperanza de que pueda ser revivida en un futuro cuando la ciencia encuentre una cura para su extraña enfermedad, informa el portal Motherboard. De esta forma, Matheryn se ha convertido en la persona más joven a la que se le realiza esta práctica.
A la menor se le diagnosticó este extraño cáncer cuando en abril de 2014 no se pudo despertar una mañana y sus padres, ambos doctores, la llevaron de urgencia a un hospital de Bangkok.
Los análisis médicos mostraron la existencia de un tumor de 11 centímetros en el cerebro. Durante los meses siguientes, Matheryn fue sometida a multitud de operaciones, radiaciones y sesiones de quimioterapia que le produjeron una pérdida de al menos el 80 por ciento del lado izquierdo de su cerebro.
Fue entonces cuando sus padres decidieron poner fin a la situación y contactar con Alcor Life Extension Foundation, una de las grandes organizaciones que ofrecen la criogenización.
«Nos dimos cuenta de que era el final», cuenta su padre, Sahatorn Naovaratpong. «Jugamos con ella y la abrazamos antes de quitarle el soporte vital», declara.
El cerebro de Matheryn ha sido extraído y preservado en acero inoxidable, aislado al vacío en un contenedor lleno de nitrógeno líquido, mientras que su cuerpo ha sido depositado en un criorefrigerador en vistas de que se encuentre una cura y se descubran los medios para regenerar su organismo de nuevo.
«Su cuerpo ha sido criopreservado en Arizona (EU) esperando tecnología futura», explica Sahatorn.
«Al menos hemos dedicado su vida y su cuerpo al progreso y desarrollo de la ciencia», afirma la madre de Matheryn.
«Esto también significa algo para nuestra familia: sabemos que está viva, aunque nos hayamos separado», sentencia.
Cuando una persona es declarada legalmente muerta, la compañía de preservación criónica es informada y entra en acción un equipo de respuesta para tratar de mantener activo el bombeo de sangre a lo largo del cuerpo de la persona en cuestión.
Su cuerpo se cubre de hielo y se inyecta con diversos productos químicos en un intento de reducir la coagulación de la sangre y el daño cerebral.
Una vez que el cuerpo llega a la instalación del centro de criogenización humana, se enfría hasta justo por encima del punto de congelación del agua y se extrae la sangre, reemplazándola por una solución de preservación de órganos.
Posteriormente, los vasos sanguíneos son inyectados con una solución de crioprotectores para tratar de detener la formación de cristales de hielo en los órganos y tejidos, tras lo cual el cadáver se enfría a -130C.
El paso final es colocar el cuerpo en un recipiente que está rebajado en un tanque de nitrógeno líquido a -196C.
fuente: Sipse
Artículo Anterior