Un estudio asocia el abandono de la escuela en adolescente con la edad de sus madres
El Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), tomando como bases los datos de la propia Encuesta Permanente de Hogares del Indec, reveló que casi el 40 por ciento de los chicos que abandonan la escuela tuvieron una madre joven.
Según los datos de Idesa, en la Argentina el 10% de las mujeres menores de 24 años ya es madre. De estas jóvenes, el 80% habita entre los hogares urbanos más pobres y, de ellas, el 70% ya no estudia ni trabaja.
“Se trata de un problema social severo dado que, bajo estas condiciones, es altamente probable que estas jóvenes no sólo sufran un presente signado por la pobreza y las privaciones sino que la situación de marginalidad se mantenga por el resto de sus vidas”, sostienen de manera lapidaria los hacedores del informe.
Así las cosas, como se dijo, tan grave como la pobreza presente y futura de la madre es que la maternidad temprana también opera como un poderoso mecanismo de transmisión intergeneracional de la pobreza. “Esto se produce porque entre las principales consecuencias de las privaciones prevalecientes en un hogar con madre joven -dicen en Idesa-, está la de que sus hijos tienden a abandonar la educación básica con mayor frecuencia”.
En Argentina no se cuenta con información sistematizada sobre maternidad temprana. Sin embargo, la Encuesta Permanente de Hogares del Indec revela que del total de jóvenes urbanos con edades entre 12 y 24 años (5,5 millones), el 35% no asiste a la escuela o abandonó antes de terminar la secundaria.
(…) la Encuesta Permanente de Hogares del Indec revela que del total de jóvenes urbanos con edades entre 12 y 24 años (5,5 millones), el 35% no asiste a la escuela o abandonó antes de terminar la secundaria. (…) De estos jóvenes que abandonaron la escuela, el 41% nació cuando su madre era menor de 24 años. Y de estos jóvenes que abandonaron los estudios y nacieron cuando su madre era muy joven, el 69% pertenece al 30% de los hogares más pobres.
De estos jóvenes que abandonaron la escuela, el 41% nació cuando su madre era menor de 24 años. Y de estos jóvenes que abandonaron los estudios y nacieron cuando su madre era muy joven, el 69% pertenece al 30% de los hogares más pobres.
“Aunque los datos son aproximados -dicen los responsables del trabajo-, la interconexión entre pobreza, maternidad temprana y abandono escolar son muy fuertes. Al hecho de que la maternidad temprana está asociada con el abandono escolar de las jóvenes madres, se suma que el daño social se prolonga hacia sus hijos ya que es altamente probable que ellos repliquen la experiencia de vida de la madre. Así, la maternidad temprana activa un poderoso mecanismo de reproducción intergeneracional de marginalidad social”.
En un momento en que la sexta parte de los nacimientos de nuestro país corresponde a madres menores de 19 años, el embarazo adolescente aparece como una de las consecuencias principales de la pobreza y marginalidad que envuelve a cientos de miles de jóvenes de nuestro país. Los propios números oficiales lo confirman: según datos tomados del Indec, 8 de cada 10 mujeres jóvenes con hijos viven en la pobreza. A la hora de desglosar estos números, se precisa que cerca del 10% de las mujeres de entre 15 y 24 años (que equivaldría a unas 340 mil chicas) es jefa de familia o cónyuge y ya tiene un hijo o más de uno. De estas jóvenes, el 80% pertenece a los hogares de los 2 quintiles más pobres, y de este 80% de mujeres jóvenes pobres con hijos, el 30% estudia y/o trabaja y el restante 70% no estudia, ni trabaja.
(…) el embarazo adolescente aparece como una de las consecuencias principales de la pobreza y marginalidad que envuelve a cientos de miles de jóvenes de nuestro país. Los propios números oficiales lo confirman: según datos tomados del Indec, 8 de cada 10 mujeres jóvenes con hijos viven en la pobreza.
Volviendo al abandono escolar, los datos del Indec y el informe de Idesa son confirmados a través de distintos estudios: una investigación del Centro Latinoamericano Salud y Mujer basada en encuestas a 171 adolescentes de la capital federal y la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, indica que sólo una de cada tres madres adolescentes logra terminar la escuela.
Según las conclusiones de este trabajo, un 66% de las chicas embarazadas deja la escuela por decisión propia; un 11% por decisión de los padres; un 15% por indicación médica y un 6% porque la escuela no la acepta. Lo más interesante es que entre aquellas que dejan por decisión propia -señala otro informe del Centro de Estudios de Estado y Sociedad-, “el principal motivo de abandono es la vergüenza de ir a clase embarazada”.
En lo que hace a la maternidad adolescente propiamente dicha, los datos oficiales indican que dos de cada tres chicas de nuestro país que se convierten en madres antes de cumplir 19 no lo tenían en sus planes.
Con todo, en un alto porcentaje de esos casos no podría decirse que el embarazo se debió a que ignoraban la existencia de métodos anticonceptivos. El estudio del Centro Latinoamericano Salud y Mujer muestra que, de hecho, más de un 80% de adolescentes embarazadas en la provincia de Buenos Aires sabía que había preservativos y pastillas para cuidarse.
fuente: El Comercial