Al menos la mitad de los argentinos padece de «nomofobia»
Se trata de un trastorno de ansiedad que se produce por un temor extremos a salir a la calle sin teléfono celular. Lo reveló un estudio eel Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA).
Nomofobia: se trata de un trastorno de ansiedad surgido del desarrollo de las nuevas tecnologías. Un informe realizado en la Argentina revela que el 53% de los usuarios de teléfonos móviles sufren esta afección.
Según una investigación del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA) con sede en Madrid y Buenos Aires, los síntomas se hacen visibles cuando las personas «pierden su teléfono móvil, se les agota la batería, el crédito, o no tienen cobertura de la red».
También se destaca en el informe que el trastorno «creció 13% en los últimos cuatro años, debido a que cada vez son más los consumidores que se ven atados a sus teléfonos inteligentes y a que la tecnología es cada vez más accesible y económica». En estos casos, los trastornos de ansiedad se ven acompañados por síntomas tales como malestar general, hipervigilancia, inquietud o temor a estar desconectado o aislado. El efecto que provoca incluso en la tranquilidad para desarrollar sus tareas se vuelve realmente sorprendente: «las personas sienten que el teléfono o las conversaciones mantenidas les dan tranquilidad, rechequean mensajes y mails y visitan las páginas de redes sociales o las noticias en forma permanente». Cuando se suele señalar este tema a los que están aislados de su teléfono, según el informe, se da una respuesta típica: «el teléfono es su vida, lo es todo, les brinda la sensación de sentirse acompañados». El caso más común es que «llegan a situaciones tales como no poder dejar el celular incluso en los momentos de reunión familiar como puede ser compartir una cena o reunión».
También se destaca en el informe que el trastorno «creció 13% en los últimos cuatro años, debido a que cada vez son más los consumidores que se ven atados a sus teléfonos inteligentes y a que la tecnología es cada vez más accesible y económica».
Hablando específicamente de las personas que se sienten afectadas por la nomofobia más comúnmente, destacaron que se da en las mujeres y los adolescentes y por otro lado, señalan la importancia significativa que tienen los adultos en la vida de los niños para evitar ejercer «una influencia a través de su comportamiento».
Los especialistas del CEETA recomendaron específicamente a los padres «evitar que los hijos tengan conexión a la red desde su habitación y establecer horarios para un uso correcto de las tecnologías. Hay que separar momentos: la noche es para dormir y, por lo tanto, el teléfono móvil debe de estar apagado; del mismo modo que la cena es para comer y no para estar con el celular. La clave es aprender a controlarse, desprenderse del móvil de forma gradual, afrontar de forma aislada las sensaciones y pensamientos negativos derivados de este padecimiento como pueden ser las crisis de pánico», alerta el informe.
EL POR QUÉ DE LA NOMOFOBIA
La etimología de la palabra «nomofobia» deriva de la abreviatura de las sílabas no-mobile-phone y surgió en el Reino Unido, que fue el primer país que detectó los avances de este trastorno. Luego fue estudiada en España por un grupo de psicólogos agrupados en la organización USP Hospitales, para quienes los más propensos a sufrir la nomofobia «son los que tienen teléfonos inteligentes, ya que son los aparatos que más prestaciones permiten realizar, por lo que la dependencia se acrecienta». El psicólogo Ildefonso Muñoz aseguró que «los jóvenes son el colectivo más vulnerable, ya que su actual patrón de sociabilidad y relación con los iguales ha cambiado desde hace una década atrás. Mensajes de móviles y chat predominan en su forma de interactuar y, por lo tanto, sin computadora ni móvil su apagón comunicativo es casi total», precisó.