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Leve mejora de la distribución del ingreso en la Argentina

Leve mejora de la distribución del ingreso en la Argentina
La distribución del ingreso tuvo una mejora durante el primer trimestre de 2011 en comparación con el mismo período del año pasado. Según informó ayer el Indec, la diferencia entre los hogares más ricos y pobres logró reducirse en casi un punto porcentual. Es decir que el diez por ciento más rico concentró el 28,5 por ciento de la renta total –cuando en el mismo período del año pasado había sido del 29,6–, mientras que sus equivalentes más pobres concentraron el 1,9 por ciento. En términos de ingresos per cápita dentro del núcleo familiar, los sectores de menores recursos tuvieron una mejora de sus ingresos del 36 por ciento, mientras que en los más ricos fue del 25 por ciento. La mejora en el primer grupo da cuenta de la incidencia de la Asignación Universal por Hijo. En tanto, el coeficiente de Gini, que mide el grado de desigualdad en la percepción de ingresos –donde cero es el nivel de mayor igualdad, mientras que uno es la expresión de mayor desigualdad–, tuvo una mejora del 25 por ciento, al pasar del 0,413 en el período enero-marzo 2010 al actual 0,399, para los ingresos totales por familia.

“Entre 2009 y 2010 se observó un estancamiento en la distribución del ingreso, básicamente explicado por la crisis económica internacional. Los datos oficiales dan cuenta de una nueva aceleración de la tendencia hacia la baja de la desigualdad, que deberá corroborarse en los siguientes trimestres. Sin embargo, ya se ve la incidencia de la AUH en los hogares pobres y una mejora sistemática en los ingresos por tipo de ocupación e ingresos totales por hogares”, explicó a Página/12 el economista Daniel Kostzer.

Según el informe del Indec, el ingreso promedio en los hogares de más altos ingresos fue de 13.994 pesos, mientras que en el decil inferior se ubicó en los 918 pesos, una diferencia de 15,6 veces. En el mismo período del año pasado la diferencia había sido de 16 veces. Los datos sobre la evolución de la distribución del ingreso se realizan en base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Algunas consultoras privadas reconocen que por fuera de lo que ocurre con el Indice de Precios al Consumidor (IPC), el resto de los indicadores del organismo oficial –empleo, crecimiento, ingresos– muestran cierta correlatividad entre lo que miden los privados y el Estado. Así lo había reconocido a este diario uno de los consultores multados por el secretario de Comercio, Guillermo Moreno.

“La distribución de los ingresos familiares evidencia una disminución en el grado de desigualdad desde 2003 (hasta la actualidad). El coeficiente de Gini del ingreso per cápita familiar de los hogares se redujo desde ese año, aunque dicho proceso se concentró en el período que va hasta finales de 2005. Entre 2008 y 2010, el nivel de inequidad mostró un descenso, pero muy leve”, señaló el último documento de trabajo del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra-CTA), coordinado por Eduardo Basualdo.

Es decir, en el primer trimestre de 2008, el coeficiente de Gini fue de 0,435, mientras que en el mismo período de 2009 se ubicó en 0,417. Como consecuencia de la crisis internacional, entre el segundo y tercer trimestre de ese año la desigualdad había aumentado (llegó a 0,426), mientras que en el transcurso de 2010 las mejoras fueron paulatinas y con altibajos.

Más allá de las posibles interpretaciones sobre la profundidad de la mejora en la distribución del ingreso, la tendencia de los datos difundidos por el Indec dan cuenta de la incidencia de la AUH y las mejoras salariales producto de las negociaciones paritarias. Por ejemplo, en el primer caso se observa que el ingreso total por familia tuvo una mejora del 35 por ciento en el decil más pobre, al pasar de 1000 pesos a 1350 en la comparación interanual, mientras que la mejora de los ingresos medidos por cada integrante de la familia fue del 36 por ciento en los sectores más pobres (pasó de 360 a 475 pesos) y del 25 por ciento en el decil más rico (de 3000 a 3750 pesos).

Por otro lado, la incidencia de las negociaciones paritarias puede observarse en la escala de ingresos para la ocupación principal. “La mediana –el valor que divide en dos partes iguales la escala– se ubicó en los 2200 pesos, es decir, una suba del 22 por ciento interanual, lo que quiere decir que hubo un acompañamiento en el aumento general de precios”, indicó Kostzer. Los ingresos del decil más pobre mejoraron un 36 por ciento.

En cuanto a los ingresos según la calificación, los empleados no calificados tuvieron una mejora del 33 por ciento, al pasar de 900 a 1200 pesos, el mismo porcentaje que la suba en los profesionales, que mejoraron de 3000 a 4000 pesos. Los técnicos y los de calificación operativa tuvieron una mejora salarial del 25 por ciento.

“La mejora en la distribución del ingreso es fundamental para la sustentabilidad de largo plazo. La reducción de la pobreza en un contexto de mejora en la distribucion de la riqueza requiere de tasas de crecimiento del PBI menores, ya que el excedente social es distribuido de manera más progresiva”, agregó Kostzer.

fuente: Página/12

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