Masivo rechazo de Italia a la energía nuclear y a la privatización del agua
Con la victoria en mano y diferenciándose del opositor Partido Democrático que bramaba por elecciones anticipadas, Antonio Di Pietro, líder de Italia de los Valores y promotor del referéndum, llamó a la cautela y aplaudió la elección de los italianos por “agua pública, aire puro y legalidad”.
El nuevo golpe para el premier –quien había dicho que se abstendría porque era “un derecho de los ciudadanos”, y pasó el domingo en su mansión en la isla de Cerdeña– cayó también como un balde de agua fría en la coalición de gobierno y profundizó una crisis interna que comenzó hace 15 días con la derrota en las elecciones municipales.
Horas antes de que se cerrasen las urnas, il Cavaliere rompió la veda electoral y dio por sentado el fracaso: “Italia probablemente (…) deberá decir adiós a la cuestión de las centrales nucleares y, por tanto, tendremos que comprometernos fuertemente en el sector de las energías renovables.”
La política energética es uno de los pilares de la administración de derecha que en 2010 había retomado el camino de la energía nuclear, permitiendo la construcción de centrales atómicas en el país, que importa el 90% de la energía que consume. Luego de la tragedia de Fukushima, el premier había suspendido las nuevas edificaciones e intentado evitar el llamado a la urnas con el fantasma del accidente en Japón dando vueltas. Pero la justicia dictaminó que los ciudadanos debían expresar su parecer sobre la política nuclear del gobierno.
Como si fuera poco, con la abrogación del “legítimo impedimento”, Berlusconi deberá presentarse en todas las audiencias de los cuatro juicios que tiene abiertos en el Tribunal de Milán, entre ellos el Rubygate. Otra de las pesadillas del Cavaliere que ayer se hizo realidad. <
fuente: Tiempo Argentino