La cerveza sigue siendo la bebida alcohólica más consumida en la Argentina; el vino, segundo
Claro que la misma foto sacada en 2007, muestra ligeras diferencias, pero interesantes en cuanto a la tendencia que revelan. Por ejemplo: los consumidores de cerveza prácticamente no se han modificado en cantidad, lo mismo que pasa con los bebedores de fernet.
Pero los amantes del vino fueron paulatinamente cambiando de bebida, tanto que en estos 4 años, el 11% migró a otros alcoholes. ¿Hacia cuáles? No está tan claro en el informe de la consultora. Pero con el vino, por ejemplo, el whisky compartió suerte a la baja (46% acumulado en el mismo período), acompañados por el Ron (50%) y en menor medida por el Tequila (27%).
Otro dato interesante que se desprende del estudio de Initiative tiene que ver con los consumidores propiamente hablando. En general, afirma el trabajo, tanto la cerveza como el vino comparten en igual proporción el mismo universo de sexos: de cada 100 consumidores, 55 y 59 son hombres, respectivamente para cerveza y vino, sin modificaciones entre las dos fotos. Pero si se observa el consumo de fernet, se observa un aumento del consumo femenino contra el masculino: pasaron de 30 a 35% entre 2007 y 2010.
Si se evalúa el consumo por franja de edades se observa una tendencia interesante. Entre los consumidores de hasta 20 años, el fernet pega un salto: de 11 consumidores cada 100 que había en 2007, a la fecha son 17. Ahí es donde pierde el vino y, en menor medida, la cerveza. Pero entre los 20 a 24 años, el fernet pierde una proporción similar. De esto se deduce que a contar de los 20 años los bebedores de fernet migran a otras bebidas. ¿A cuáles?
Ni el vino ni la cerveza –siempre según Initiative- son los que reciben a esos jóvenes, sino que el vodka y los licores captan mejor su apetencia. Lo que explicaría el alza de estas dos bebidas en términos generales.
El vino sin embargo, se afianza pasados los 30 años, en donde no se ven modificaciones en el tiempo. Con un dato no menor la cerveza tampoco cambia su nivel de consumo desde el mismo punto de inflexión en la vida de los consumidores.
Este hecho es ilustrativo de lo que sucede realmente en el mercado: los jóvenes adoptan un consumo de alcoholes más potentes antes de los 30, para luego no modificar sus hábitos y beber alcoholes moderados. Que, cuando se afianzan sus hábitos con la edad, quedan definidos e inamovibles.