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Los argentinos prefieren la carne vacuna

El ingeniero agrónomo Adrian Bifaretti, Jefe de Departamento de Promoción Interna del Instituto de Promoción de Carne Vacuna (IPCVA), aclaró que mientras la carne de ternera, vaquillona y novillo participa con el 77 por ciento del total de compras cárnicas en el hogar, el resto de las carnes consumidas suman el 23 por ciento, con el pollo, 17; el pescado 3; y el cerdo, 2.

Las llamadas carnes «alternativas» ocupan apenas el uno por ciento de las preferencias.

Así lo demuestra un panel de consumo que realiza el IPCVA con la empresa CCR desde el 2001, y que se basa en un relevamiento semanal de 600 muestras de hogares en Capital y el Gran Buenos Aires y otras 600 muestras de hogares en el interior del país: Salta, Resistencia, Tucumán, Mendoza, Córdoba, Mar del Plata y Bahía Blanca.

Un censo de puntos de venta en Capital Federal y el Gran Buenos Aires que realizó el IPCVA demostro que la mayor parte del consumo de carne en Capital Federal se encuentra asociado a medias reses de bajo peso.

Esta característica es importante también en el conurbano, pero en esta última zona cobra mayor importancia la venta de medias reses de categorías de animales más pesados.

«Seis de cada diez puntos de venta utilizan en general una media res de 85 kilos o menos y esta proporción aumenta en Capital Federal en donde son ocho de cada diez puntos de venta los que comercializan carne de medias reses chicas», sostiene Bifaretti.

Si se compara esta situación con lo que sucede en el Gran Buenos Aires, en este caso, la comercialización de medias reses de más de 85 kilos se incrementa sensiblemente llegando casi al 50 por ciento de la carne comercializada.

No obstante, el analista ganadero Ignacio Iriarte, en su último panorama, consideró que la pregunta del millón es: ¿Cuándo va a aflojar la faena?, ante la posibilidad de que se corten las posibilidades de abastecer a razón de 70 kilos de carne por persona, al año, el consumo promedio nacional.

«Aunque parezca una perogrullada, debe recordarse que todavía hay 50 millones de cabezas en el campo y mucha gente puede verse obligada a vender flaco, en el estado en que esté», alertó.

Hasta ahora, según sus datos, el stock ha caído un siete a 10 por ciento y la receptividad de los campos se redujo entre 40 y 50 por ciento.

La enorme oferta de los feedlots (establecimientos de engorde a corral) obedece, en gran medida, al estímulo de los subsidios.

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