Para los argentinos, la ciencia merece más atención

La ciencia es sólo para eruditos. Para locos de guardapolvo blanco que se la pasan encerrados en un laboratorio, obsesionados con el contenido de un tubo de ensayo, e incomprendidos por el resto de la sociedad. Lo aburrido de las ciencias duras es un prejuicio que subyace en gran parte de las opiniones. Algunas personas serán más abiertas a conocer de qué se trata el mundo científico, mientras que otras no mostrarán ningún interés en arrimarse a la cuestión. Suena interesante poder conocer las percepciones que la gente tiene acerca de la ciencia y de los investigadores. De una u otra manera, desde la edad escolar, está presente la creencia de que es algo “difícil” y sólo para “bochos”.

Sin embargo, una reciente encuesta mostró que, al menos en los dichos, el 70% de los consultados opinó que la ciencia merece más atención por parte de la sociedad.

Difícil pero respetable

Para conocer cómo ve el público general a la ciencia, la consultora Gallup realizó, en febrero pasado, una encuesta para la empresa de cosmética L’Oréal en la que recogió testimonios de 1.010 argentinos mayores de 18 años, a partir de entrevistas personales. El trabajo tuvo alcance internacional y, además de nuestro país, se realizó en China, Dubai, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, México, Sudáfrica, España y Estados Unidos. En total, los encuestados fueron 10 mil.

Más allá de los bochazos en los ingresos a medicina o ingeniería, y la eterna lucha de los docentes de matemática, física y química por hacer a sus materias atractivas a los alumnos de escuela, los argentinos consultados aseguran que consideran a la ciencia como “muy importante” y aplicable en la vida cotidiana. Además, el 70% dice opinar que merece mayor reconocimiento.

A la hora de asociar ideas a la ciencia, surgieron términos como “gratificante”, “difícil” o “inspiradora”.
Según Constanza Cilley, directora comercial y de investigación de Gallup, “si bien en Argentina predomina una concepción favorable de la ciencia, todavía hay mucho espacio para mejorar su lugar en el país”. En este sentido, la mujer agregó que para el 68% de la población -que participó de la encuesta- “la escuela no actúa como un espacio generador de entusiasmo para que los chicos se interesen en la investigación, que es el momento y el espacio para sembrar el interés”.

Otro de los temas sobre los que se indagó fue el papel de la mujer en la ciencia. El 86% considera que se trata de un campo tanto para mujeres como para hombres. Y el 77% cree también que los hallazgos y aportes que ofrece tienen aplicación en la vida cotidiana. Que las ciencias duras tienen muchos menos adeptos que las sociales y artísticas, es un hecho ampliamente conocido. Y no es desacertado pensar que, tal como arrojan los estudios de la encuesta, es en la escuela donde se debe ahondar en las disciplinas científicas, en la tarea de un investigador a través de actividades como visitas de campo o experimentos en la Naturaleza, para despertar el interés de un chico por medio de juegos y recreación. Teniendo en cuenta los datos de la realidad, la falta de estudiantes de carreras científicas frente a las humanísticas, por mencionar sólo un ejemplo, los resultados de la encuesta no dejan de sorprender. ¿Serán opiniones genuinas, sólo que no es fácil traducirlas en acciones concretas? ¿O quizás sólo estemos frente a las famosas respuestas “políticamente correctas”?