El 60 por ciento de los jóvenes tiene problemas en la escuela
Miles de niños y adolescentes en este país son víctimas de una deuda imperdonable que encuentra múltiples acreedores. El sistema educativo presenta deficiencias tanto a nivel público como privado. El deterioro se observa en varios frentes y en distintos niveles de formación. Así lo evidencia la última encuesta realizada por la Universidad Católica Argentina (UCA) en conjunto con la Fundación Arcor.
De acuerdo a datos preliminares de la investigación, cuyas conclusiones aún no fueron difundidas oficialmente, 6 de cada 10 adolescentes de clase baja principalmente abandona sus estudios en los últimos años del secundario, o bien cursa con sobreedad.
A nivel primario, el 7% de los chicos de entre 6 y 12 años no asiste a la escuela o bien se encuentra en un grado inferior al correspondiente a su edad. Al respecto, también se desprende que la probabilidad de estar en esta condición se incrementa a medida que disminuye el estrato social de los alumnos.
«Pese a tener una tasa muy alta de escolarización en el nivel primario, esto no es suficiente en términos de derecho a la educación, puesto que con estar en la escuela no basta. Es necesario que los niños puedan transitar en el año correspondiente a su edad y con calidad en los recursos educativos», explicó Ianina Tuñón, coordinadora del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la UCA.
Este programa de investigación incorporó en el 2006 a sus encuestas aquello temas vinculados a los derechos de la niñez y la adolescencia.
En este contexto se inserta este último estudio, que tomó como muestra representativa las grandes ciudades de Argentina (con más de 200 mil habitantes) y entre las que se encuentran el Área Metropolitana del Gran Buenos Aires, Gran Córdoba, Gran Salta, Gran Mendoza, Gran Rosario, Gran Resistencia, Paraná, Neuquén-Plottier y Bahía Blanca.
La investigación avanza sobre algunos aspectos en debate respecto de la educación como son la inclusión en procesos de formación a temprana edad, es decir antes de los 5 años.
En este sentido sostiene que la mitad de los niños entre 2 y 4 años en las grandes ciudades del país no asisten a centros educativos. Esta situación encuentra dos grandes detonantes que se sugieren en la encuesta, por un lado la fuerte prevalencia de un estilo de crianza y por otro, la falta de oferta pública en este nivel.
Deficiencias en el Nivel Medio
En el secundario, según revela el estudio, los problemas de inasistencia y déficit educativo son claramente mayores que en el primario. La crisis en el proceso de formación durante los primeros años repercute en 2 de cada 10 adolescentes. En tanto, en los últimos años afecta a 4 de cada 10. Es durante este último período en el que también se observa que 6 de cada 10 jóvenes, de clase baja principalmente, no asisten a clase o cursan con sobreedad.
«Estas cifras dan cuenta de la inequidad de oportunidades que existen para poder terminar el secundario», agregó Tuñón.
Materias pendientes
Otro de los aspectos que tiene en cuenta la investigación tiene que ver con la posibilidad de acceso a la doble escolaridad, computación y una segunda lengua, cuestiones que son promovidas por la Ley de Educación.
La encuesta pone en evidencia una muy baja oferta educativa en lo que se refiere a la doble jornada. Se desprende que es una oferta prácticamente propia de las escuelas privadas y por ende a la que acceden niños y adolescentes del estrato medio profesional urbano. Por otra parte, el estudio pone de manifiesto que la enseñanza de computación e inglés es más extendida en el secundario que en el primario.
Aún así concluye que en ambos niveles el déficit es muy significativo. En promedio 4/5 de cada 10 niños/as no accede a estos recursos educativos en la primaria; 4 de cada 10 adolescentes no recibe enseñanza de computación y 2 de cada 10 no cuenta con enseñanza de una segunda lengua en la escuela secundaria.
“Estas situaciones deficitarias se asocian con el nivel socioeconómico de los niños, a medida que disminuye el mismo aumenta la probabilidad de que no reciba en su escuela estos recursos educativos aún en el marco de las escuelas públicas. Es decir que existen escuelas públicas para niños pobres y escuelas públicas para niños de sectores medios, y entre otras cosas se diferencian en los recursos educativos que se ponen en juego en los procesos de enseñanza y aprendizaje”, señaló Tuñón.