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Advierten que en la Argentina hay más delincuentes sueltos que presos

Se sabe que hay más mujeres que hombres, que los delincuentes superan ampliamente a los policías y que en este país los pobres son más que los ricos. Lo que no muchos saben es que la porción mayoritaria de las personas condenadas o procesadas por distintos delitos en la provincia de Buenos Aires no está en la cárcel, como se supone. Según un informe elaborado por el Patronato de Liberados Bonaerense (PLB), apenas el 39% se encuentra alojado en un penal, aislado de la sociedad y cumpliendo una pena de prisión efectiva. Sobre un total de 61.322 personas penalmente judicializadas en la provincia, 39.500 están bajo la órbita del PLB, mientras que las 21.822 restantes se encuentran actualmente alojadas en las 53 unidades carcelarias que dependen del Servicio Penitenciario Bonaerense (SBP). Qué pocos son. Según datos del SPB, 17.118 están procesados con prisión preventiva y apenas 4.704 cumplen una condena efectiva por el delito que cometieron. Además, el informe destaca que 298 detenidos continúan el proceso judicial con arresto domiciliario, controlados por monitoreo electrónico, un sistema que evidentemente no parecería ser tan efectivo. Esa pequeña fracción es supervisaba por personal del SPB, que se encarga de verificar que el beneficiario no salga del perímetro permitido, pero la otra cuota corre por cuenta del Patronato de Liberados, que actualmente cuenta con 840 asistentes sociales. Ellos son los que periódicamente supervisan la conducta de 39.500 personas. Además, cincuenta psicólogos y cincuenta abogados asisten a los procesados pero sólo en algunos casos puntuales. Con un cálculo aproximado de un supervisor cada 47 procesados o condenados, salta a la vista el evidente déficit que existe en el control de los tutelados, algo que podría estar directamente relacionado con el alto índice de reincidencia entre los acusados que se encuentran en libertad condicional o con alguna otra medida de coerción a la prisión preventiva (ver aparte). De hecho, la falta de personal desató la semana pasada una crisis en la sede de Pilar, donde los empleados adoptaron una medida de fuerza durante ocho días porque unas 830 personas estaban siendo supervisadas por nueve asistentes. Más delincuentes sueltos. En comparación con otros años, el informe revela un marcado crecimiento de los condenados o procesados que se encuentran fuera del ámbito carcelario, y a su vez muestra un descenso llamativo de las personas que están privadas de su libertad. Según los datos del PLB, en 2003 la división era mucho más pareja, ya que el 49% estaba alojado en algún penal de la provincia y ahora apenas el 39% cumple una condena efectiva o continúa el proceso entre rejas. A los que están bajo la órbita del PLB se los clasifica en dos categorías: “post penitenciarios” (personas que han estado privadas de su libertad) y “no penitenciarios” (procesados o condenados que deben cumplir penas y/o medidas judiciales en libertad, alternativas a la pena de prisión). El informe precisa que el 64% de los judicializados integra el grupo de los “no penitenciarios”. Se trata de personas que fueron procesadas por delitos menores y excarcelables, como hurto, estafa, daños, amenazas u homicidio o lesiones culposas. Al respecto, el Patronato de Liberados reconoce que esta categoría es la que más creció en los últimos años “de la mano de la figura de la suspensión de juicio a prueba (probation) prevista en el artículo 76 bis del Código Penal”. En el informe se explica que “además del evidente impacto que tiene la probation se puede resaltar la tendencia levemente creciente pero sostenida por parte de los magistrados de otorgar otras medidas alternativas”. En tanto, los “no penitenciarios” representan el 29%. Traducido en números, son poco más de 11 mil los ex convictos que andan sueltos, aunque en teoría deben cumplir ciertos requisitos para no regresar a la cárcel. Entre ellos, hay violadores, asesinos y delincuentes comunes que en su momento representaron algún peligro para la sociedad pero que evidentemente dejaron de serlo. ¿O no?Fuente: perfil.com.ar

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